Espacio Van Gogh

Nada más llegar al espacio Van Gogh, te encontrarás en un entorno verde rodeado de hermosas flores y coloridas arcadas. Es casi como estar en un cuadro de Van Gogh. Incluso podríamos decir que estamos dentro de él. La esencia del pintor se perdibe por todas partes, pero contrariamente a lo que podría pensarse, no se trata de un lugar dedicado a su obra. Te encuentras en el antiguo claustro del Hôtel-Dieu, construido entre los siglos XVI y XVII. En 1542, el arzobispo de Arlés decidió cerrar los 32 lugares de caridad de la ciudad, para reunirlos en uno solo. En aquella época, la ciudad era próspera y se estaba modernizando. Y cuando hacia 1830 se declaró una grave epidemia de cólera, se amplió el edificio haciendo levantar las 3 alas, y  añadir pabellones para alojar a los enfermos. En el año 1888, Vincent Van Gogh sufrió graves crisis psicológicas, que como es sabido, le llevaron a cortarse el lóbulo de la oreja. Fue entonces internado aquí en el Hôtel Dieu de Arlés. En este lugar pintó muchos cuadros, como el que se ve en la entrada que refleja el paisaje que tienes ante ti. La apacibilidad de la Provenza y la luz del Sur dejaron una fuerte influencia en el pintor holandés. Fue un cambio agradable respecto a su tierra natal, en el Norte. La pequeña y bonita ciudad de Arlés fue una fuente de inspiración para el artista, y si conoces su obra, reconocerás algunos de sus cuadros en los paisajes que te rodean.