Convento Saint-Césaire

El arco que ves aquí es uno de los escasos vestigios de una antigua e importante abadía.  Aunque el pórtico que se conserva, data del siglo XVIII, la historia de la abadía se remonta mucho más atrás.  El primer monasterio fue fundado en el año 512 por Césaire, un arzobispo de Arlés. Césaire se hizo célebre y dio a conocer su monasterio, escribiendo una regla monástica para abadesas, que tuvo un éxito rotundo. Su regla fue incluso adoptada por la reina de los francos, Sainte-Radégonde de Poitiers, quien fue la esposa de Clodoveo y se recluyó en un convento. En la actualidad es venerada como santa, por la Iglesia católica y la ortodoxa. En resumen, la abadía se enriqueció considerablemente y, en la Edad Media, el convento acogió a las jóvenes de la nobleza y de las familias más importantes de Provenza. Con la Revolución Francesa, el monasterio fue vendido como bien nacional y destruido en gran parte. A finales del siglo XIX, se emprendió un proyecto de hospicio que permitió restaurar a fondo el lugar y marcar un nuevo capítulo en su historia. Hoy en día, el antiguo convento de Saint-Césaire ha sido rehabilitado y alberga numerosas oficinas.