El museo castillo

Aquí estás frente al castillo de Annecy, dominando el casco antiguo en la ladera de la montaña. Situado estratégicamente para vigilar toda la llanura, se utilizaba para observar los movimientos en la carretera entre Ginebra e Italia. No se conocen con certeza los orígenes de esta antigua fortaleza medieval, pero lo que sí sabemos es que fue residencia de los condes de Ginebra en los siglos XIII y XIV, y que luego pasó a ser herencia de los duques de Saboya a principios del siglo XV. Habitado por numerosas familias influyentes a lo largo de los siglos, el castillo ha estado en el centro de numerosos conflictos, negociaciones políticas y otros acontecimientos históricos. Entre ellos, la visita de Felipe el Temerario, duque de Borgoña, el nacimiento del futuro papa Clemente VII, el suntuoso banquete en honor de Enrique IV y la breve estancia en el castillo de Luis XIII y Richelieu tras la toma de la fortaleza durante un nuevo conflicto entre Francia y Saboya. Incendiada y reconstruida varias veces, la fortaleza ha sufrido numerosas remodelaciones. Cada familia ha hecho lo suyo, según sus gustos y necesidades del momento, dándole un aspecto un poco medieval defensivo, y un poco elegante, tan de moda en la época. Si vas a visitarlo, descubrirás varios edificios cuya arquitectura evoluciona según la época en que fueron construidos. El más emblemático es, sin duda, el imponente torreón cuadrado que ves. Se trata de la Torre de la Reina. Se dice que se utilizó como prisión para una reina, de ahí su nombre, pero en realidad esta imponente torre, construida entre los siglos XIII y XV, se utilizó para proteger la cara sur de la fortaleza, que era la más expuesta. También verás las torres de Saint-Pierre y Saint-Paul, que protegen lo que se conoce como el Viejo Logis, la vivienda principal del castillo. Hay incluso un pozo de 40 m de profundidad que desciende hasta el nivel del lago y abastece las necesidades de agua del castillo. El lugar siguió siendo una residencia durante varios siglos antes de ser utilizado como cuartel militar ¡hasta 1947! Demasiado grande, demasiado frío y difícil de calentar, el ejército abandonó el castillo y la ciudad de Annecy acabó comprándolo unos años más tarde para convertirlo en museo. Hoy en día, el museo, catalogado como monumento histórico, trabaja para promover el patrimonio de la región y alberga exposiciones permanentes y temporales, así como el Observatorio de los Lagos Alpinos.