Logia del Rey

Echa un vistazo a tu izquierda. Construido a principios del siglo XVI, este notable edificio ha visto pasar por sus puertas a algunos de los más grandes personajes de la época. Entre ellos, el rey Luis XIII y su ministro, el cardenal Richelieu, e incluso Luis XIV de niño. Por eso se le conoce aún como las Moradas del Rey. Durante mucho tiempo sirvió de residencia a los gobernadores de Picardía, antes de quedar completamente abandonada durante 2 siglos. Afortunadamente, en 1926 fue declarado Monumento Histórico de la ciudad, lo que permitió salvarlo y renovarlo. Fue parcialmente alcanzado por las bombas durante la Segunda Guerra Mundial, pero rápidamente recuperó su antiguo esplendor. Hoy todavía puedes admirar su hermosa arquitectura gótica flamígera, realzada por su característico ladrillo rojo y su notable torre poligonal de 4 pisos. Lamentablemente, no es posible visitar su interior. Justo al lado, a la derecha, se alza otro edificio interesante. Se trata de la Casa de Sagitario, también del siglo XVI. Diseñada en 1593 por un pañero, albergó en su día una tienda. Presenta una hermosa fachada renacentista de piedra blanca, con dos grandes arcadas de estilo gótico. Pero el edificio que tienes delante no es en realidad el original: la Casa de Sagitario sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial. Además, no estaba situada aquí, sino en una calle detrás del Ayuntamiento. Por ello, la fachada del antiguo edificio, catalogado como Monumento Histórico, se desmontó y se volvió a montar piedra a piedra en el edificio que tienes delante, para recrear la casa histórica. Sí, ¡los franceses pueden hacer lo que sea para preservar un patrimonio tan valioso! La casa lleva su nombre simplemente porque en la fachada hay dos esculturas de sagitarios, colocadas sobre las arcadas. Frente a ella, detrás de ti, se alza el imponente Palacio de Justicia, construido en el siglo XIX en el lugar de una antigua abadía. Fue el primer edificio de Francia construido exclusivamente como palacio de justicia. Desde aquí, también puedes empezar a ver la catedral de Amiens. ¡Sigamos nuestro camino para descubrirla!