Plaza Savène

¿Tienes la impresión de que te alejas del centro y de sus tesoros? Tranquilo, ¡no hay por qué alarmarse! No tienes más remedio que hacer este pequeño desvío para descubrir uno de los lugares más encantadores de la ciudad. ¡Y lo digo en serio! Allí, al final de este pequeño callejón sin salida, se encuentra la plaza Savène. Típico reflejo del casco antiguo de Albi, este coqueto lugar desprende tranquilidad. Alrededor de la acera pavimentada hay una serie de casitas de muñecas con contraventanas coloridas y fachadas decoradas con flores según la época del año. El tono está dado para este lugar imperdible de Albi: ¡Es como estar en un pueblo! Mira un poco más arriba y verás la ocasión perfecta para sacar tu cámara. El campanario de la catedral de Sainte-Cécile se esconde detrás de las casas con carácter, para una magnífica foto de tu escapada albigense. Y ahora que terminaste tu sesión de fotos, te recomendamos recorrer toda la calle Castelviel hasta la plaza del Castillo. Allí encontrarás las cuatro letras gigantes de Albi, sabiamente colocadas frente al monumento religioso de la ciudad.