Plaza de la Trébaille

El recorrido por Albi continúa fuera de la vista y del ruido. Es cierto que no se encuentra en la zona más animada de la ciudad, pero a veces es aventurándose fuera de los caminos habituales como se llega a estos lugares casi secretos. Esta pequeña plaza, donde el tiempo parece haberse detenido, sólo se deja ver a quienes dan el primer paso hacia ella. Aparte de la enorme fuente, nos llama la atención los antiguos restos de un claustro románico que parecen haber surgido de la nada. En realidad, provienen de la antigua catedral de Albi, anterior a la actual, donde se instaló la comunidad religiosa. A la entrada del barrio histórico de Castelviel, esta bucólica explanada es sin duda un lugar fotogénico. Si te alejas un poco, verás cómo el patrimonio conservado y las orillas del Tarn se despliegan detrás de este edificio.