Palacio de Berbie

Entre los innumerables tesoros patrimoniales que ofrece Albi, guardarás un buen recuerdo de su impresionante catedral y de su imponente Palacio de Berbie, del cual aquí tienes una vista perfecta en ángulo bajo. La ciudad debe gran parte de sus orígenes a estos dos edificios. En el siglo XIII, Albi vivió un largo periodo de incendios y sangre conocido como la “Cruzada Albigense”. No fue nada menos que una terrible pulseada en la que la Iglesia Católica de Roma se enfrentó a lo que llamaban la herejía cátara, tolerada por los vizcondes de Albi. El catarismo fue un movimiento religioso cristiano popular en Languedoc entre los siglos XI y XIII, que condenaba a la autoritaria y opulenta Iglesia romana por apartarse de los ideales de vida y pobreza de Cristo. Batallas, masacres, hogueras… se utilizaba cualquier medio para acabar con el enemigo cátaro. ¡Y funcionó! La gran mayoría de cátaros fueron erradicados, los vizcondes protectores fueron depuestos y los obispos se enriquecieron gracias al aumento de los impuestos que recaudaron, tras la recuperación de las parroquias después de los años de conflicto. Para reafirmar su defensa y su poder, los líderes religiosos hicieron construir, ya en 1228, un sólido castillo con vista al río. ¡Exactamente!, se trata del Palacio de Berbie. A lo largo de 6 siglos, el monumento evolucionó, creció en tamaño y comodidad, sin perder nunca su aspecto de fortaleza. El antiguo palacio episcopal ha sido clasificado dos veces como monumento histórico, por su arquitectura militar-religiosa y sus elaborados elementos interiores (techos, chimenea, carpintería, etc.), y también es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2010. Un logro considerable para uno de los complejos episcopales más antiguos de Francia, después de Aviñón. El lugar, dotado de notables jardines abiertos al público, alberga también un museo dedicado al pintor albiense Henri de Toulouse-Lautrec. Pinturas, dibujos, litografías… en total, más de 1.000 obras expuestas, que te permitirán acceder a la mayor colección pública del mundo de obras de este artista . Si te llama la atención esta actividad, prevé al menos una hora y media para la visita.