Pasaje Rossignoli

Este es un pequeño y discreto tramo de escaleras, casi escondido… pero cargado de historia. Estás ante el pasaje Rossignoli, abierto en la década de 1880 para conectar el centro de la ciudad con los suntuosos palacios que dominaban entonces Aix-les-Bains: el Splendide, el Royal y el Excelsior.

Estos hoteles de prestigio pertenecían a un hombre visionario, Gaudens-Antoine Rossignoli, antiguo guía de montaña convertido en un legendario promotor, que transformó Aix en un auténtico escaparate del lujo de la Belle Époque.

El cartel suspendido que ves, recientemente restaurado, aún muestra el nombre de los tres establecimientos y señalaba antiguamente la entrada al jardín del Splendide, reservado a los clientes más selectos. Si tienes curiosidad, no dudes en recorrer este pasaje: asciende suavemente entre escaleras, barandillas y muros decorados.

Arriba tendrás una bonita perspectiva de las antiguas fachadas de los palacios, hoy transformados en residencias privadas. Una oportunidad para descubrir otra faceta de Aix-les-Bains y disfrutar de una hermosa vista de los alrededores.