Ayuntamiento

Estás frente al Ayuntamiento de Aix-les-Bains… pero en realidad tienes ante ti un antiguo castillo señorial. Y es que, mucho antes de albergar las oficinas municipales, este edificio fue la residencia de una poderosa familia: los marqueses de Aix. Su historia comienza en el siglo XIII, con torres y gruesos muros concebidos para defender el lugar.

En 1400 se construyó el cuerpo principal del castillo, el auténtico corazón de la residencia, cuyas vigas en el techo aún se conservan como testimonio de aquella época. Con el tiempo, el castillo fue embelleciéndose. En el siglo XVI, la familia de Seyssel decidió darle un aire más palaciego, y fue Isabeau de la Roche Andry quien dejó su huella más espectacular: una magnífica escalera de honor de estilo renacentista, tallada íntegramente en piedra, que conducía a una diminuta capilla en lo alto.

Esta escalera fue tan excepcional que se convirtió en el primer elemento del lugar en ser declarado Monumento Histórico, en 1890. A lo largo de los siglos, el castillo cambió, se transformó y se adaptó… hasta que, en 1866, el municipio lo compró por 45 000 francos y lo convirtió en ayuntamiento. Dos años después, la antigua residencia señorial pasó a ser el corazón administrativo de la ciudad termal.

Hoy, tras esta fachada cargada de historia, la vida municipal sigue su curso: bodas en el salón de honor, recepciones oficiales, trámites administrativos… El antiguo castillo de los Seyssel mantiene su nueva vocación, al servicio de todos los habitantes de Aix-les-Bains. Un magnífico ejemplo de patrimonio vivo, donde la historia continúa escribiéndose día a día.