Fuente de los Cuatro Delfines

Estás en la plaza de los Cuatro Delfines, donde se encuentra la fuente del mismo nombre, creada por Jean-Claude Rambot y Pierre Pavillon en el siglo XVII. Se instaló aquí cuando se construía esta nueva parte de la ciudad. Su nombre se debe a los cuatro delfines que sostienen la columna de  mármol de Sainte Baume. Con su estilo barroco, adorna la plaza en  pleno centro del barrio de Mazarino. Y si levantas la vista hacia la parte superior del obelisco, verás que es nada menos que un piñón lo que lo remata. Sustituye a la flor de lis, elegida inicialmente y que representaba la realeza, con la Revolución se retiró para ser sustituida por una cruz de Malta, que luego se cambió por un piñón tras la Segunda Guerra Mundial. No obstante, la plaza en la que se alza es muy elegante. Fíjate en los edificios que la bordean: todos son antiguas residencias señoriales. El de enfrente a la izquierda, se llama Hôtel Boisgelin y fue construido en 1655 por Pierre Pavillon, el gran arquitecto y escultor de Aix, a quien debemos muchas mansiones de la época, así como el Pavillon Vendôme, que veremos más adelante.