Visita y descubrimiento de la isla de Ré
Lacuarta isla más grande de Francia estuvo unida al continente hace más de 20.000 años. Su historia, como la de muchas islas, fue tumultuosa. Hoy en día, se ha convertido en una atracción turística muy popular entre los visitantes franceses y extranjeros, y con razón: su patrimonio catalogado, sus playas de arena blanca y su gastronomía son sólo algunos de los atractivos que le harán querer descubrir esta isla de muchos tesoros. Hay actividades y lugares para familias y grupos de amigos de todas las edades. Apodada Ré la blanche (Ré la blanca) por el color característico de sus casas tradicionales, la isla de Ré tiene algo para todos los gustos, desde los aficionados al deporte hasta los que prefieren holgazanear, desde los amantes del vino hasta los que disfrutan con las fotos espectaculares, y desde los aficionados a la historia hasta los amantes de la arquitectura… ¡Aquí tiene una breve guía de la isla de Ré para que todos se pongan de acuerdo sobre el destino de sus próximas vacaciones! ¿Listo para cruzar el puente de la isla?
Qué hacer en la isla de Ré
La isla de Ré es un destino de vacaciones por excelencia, con mucho que hacer. He aquí una pequeña selección de los lugares imprescindibles de los pueblos de la isla de Ré:
1 – El mercado de Bois-Plage-en-Ré, en la isla de Ré
Se trata del mayor mercado de la isla, con artesanos y productores todas las mañanas durante el verano, y los martes, jueves, sábados y domingos el resto del año. Las especialidades culinarias y la artesanía local llenarán su cesta de regalos, recuerdos y apetitosos manjares: fruta, verdura, especias, quesos, repostería, marisco, embutidos… ¡lo que quiera! Hasta 130 comerciantes le esperan en este mercado de postal y color local.
Los mercados de Flotte, La Couarde y Loix son menos concurridos que el de Le Bois-Plage-en-Ré, si no le gustan demasiado las multitudes.
2 – El Faro de la Ballena
Situado en Saint-Clément-des-Baleines, este faro de 60 metros de altura ofrece una vista de 360° de la isla absolutamente espléndida. Dé una vuelta a la isla desde lo alto del Faro de las Ballenas. El museo está repleto de información especialmente interesante y a veces insólita sobre la vida en los faros y su historia. La antigua torre del siglo XVII le llevará hasta una modesta altura de 30 metros, y fue el primer faro. El parque de las ballenas ofrece un paseo tranquilo y relajante acompañado del canto de los pájaros en la encantadora isla de Ile de Ré.
Este lugar legendario es una visita obligada por la belleza del monumento, la excepcional vista desde lo alto del faro y la perfecta oportunidad para hacer fotos. El faro se encuentra en el municipio de Saint-Clément-des-Baleines.
La guinda del pastel: está a dos pasos de la playa de Conche des Baleines, ¡para terminar el día con estilo!
3 – La reserva de Lilleau des Niges
En esta reserva de 121 hectáreas, tendrá la oportunidad de observar una gran variedad de aves según la estación, ya que esta reserva natural es una escala para las aves migratorias. La LPO (Liga para la Protección de las Aves) cuida de sus pequeños protegidos durante todo el año, organizando paseos para explicar la biodiversidad, la fauna y la flora de la reserva. Paseos libres o guiados, este lugar es magnífico en todos los sentidos.
4 – Abadía de Châteliers
Aquí empieza todo en la isla de Ré. Los monjes que construyeron esta abadía en el siglo XII trajeron consigo sus conocimientos y saber hacer, que contribuyeron a desarrollar la economía de la isla y después a enriquecerla. Desde la viticultura hasta las salinas y estanques piscícolas, los monjes transformaron la isla de Ré en un lugar clave para el comercio del vino y la sal. Lamentablemente, la abadía fue parcialmente destruida durante las Guerras de Religión, pero este vestigio histórico catalogado, con su iglesia abacial, sus galerías, el jardín del claustro y el antiguo refectorio, revela toda la belleza pasada de este monumento esencial.
La visita guiada le contará muchas cosas sobre la historia de la isla de Ré, al tiempo que le permitirá admirar los vestigios del pasado esplendor de la que fue una de las abadías más grandes de la región.
5 – El taller de Quillet
Este taller es una referencia nacional en materia de conservación y restauración de documentos antiguos. Este oficio manual tradicional se ha transmitido de generación en generación y se explica durante las visitas guiadas. Si es un amante de los libros antiguos, puede que encuentre una pieza única durante su visita.
6 – Fuerte de la Prée
Un monumento histórico con muchas vidas. Construido en el siglo XVII a petición del rey Luis XIII, es el monumento militar más antiguo de la isla de Ré. Construido inicialmente para afianzar el poder real frente a las reticencias protestantes, fue rediseñado por el célebre ingeniero Vauban, después ocupado por los alemanes durante la II Guerra Mundial y, por último, transformado en colonia de vacaciones en los años 50. En la actualidad, se puede visitar de abril a septiembre, y se recomienda una visita guiada, ya que es muy interesante. Sin embargo, cuidado: el fuerte también acoge muchas fiestas privadas, por lo que está cerrado al público. Es mejor llamar antes de ir. Se organizan juegos, recreaciones y búsquedas del tesoro, y se prestan trajes de época, para deleite de familias y grupos.
7 – El ecomuseo de las salinas
Un museo al aire libre para descubrir la historia de la salicultura y de las salinas: las técnicas de producción de la sal, la fauna y la flora de las salinas. Este saber hacer ancestral, casi desaparecido, ha sido afortunadamente resucitado por jóvenes productores motivados que han devuelto la vida a las marismas. Si quiere ver cómo se realizan las cosechas, tendrá que alojarse en la isla de Ré entre junio y septiembre.
8 – Conocer a los burros en calzones
¡Son bastante insólitos como para dejarlos pasar! Estos magníficos burros de Poitou le esperan en Saint-Martin-de-Ré, vestidos con pantalones de tela. Pero no se deje engañar, no se trata de un invento reciente para divertir a los turistas, sino de una tradición que se remonta a la época en que las labores del campo no se realizaban con maquinaria agrícola, sino con la preciosa ayuda de los burros. Y para protegerlos de las moscas y mosquitos que no faltaban en las marismas, ¡los burros iban disfrazados para evitar que les picaran estos molestos insectos! Seguro que los niños disfrutan de un paseo en burro en bragas, y el Parc de la Barbette es un lugar ideal para pasear, disfrutar de las zonas de juego, ir en bicicleta…
9 – El puerto de Saint-Martin-de-Ré
En este lugar siempre hay algo que hacer, ya sea de día o de noche. Encontrará artistas callejeros, orquestas y un mercado de artesanos. Tiendas, restaurantes, un tiovivo para niños, una galería de arte… El entorno es muy agradable, el ambiente relajado, la gente pasea, toma algo en la terraza, es un lugar donde gusta pasear, comprar recuerdos o simplemente apreciar el aspecto auténtico del puerto.
10 – El campanario del Observatorio
Desde lo alto del campanario, podrá disfrutar de una magnífica vista panorámica de la isla de Ré. El antiguo reloj y las campanas son una preciosidad, y en lo alto de la escalera hay una terraza donde se pueden ver los restos de una iglesia fortificada en la que las gárgolas aún hacen guardia… A lo lejos, la ciudad de Vauban.
11 – La Ciudadela de Saint-Martin-de-Ré
Esta estructura militar, construida en 1690 por François Ferry con el apoyo de Vauban, fue concebida para proteger la isla de Ré de la invasión inglesa. A partir del siglo XIX, la ciudadela se utilizó como prisión temporal para prisioneros condenados a trabajos forzados, que luego eran enviados por mar a la colonia penal de la Guayana Francesa y Nueva Caledonia. La ciudadela es un centro penitenciario desde 1938, y todavía alberga hasta 400 reclusos.
12 – Museo Ernest Cognacq
Los principales acontecimientos y la historia de la isla de Ré se reúnen en este museo en forma de colecciones muy variadas: arte, mobiliario, fotografías, películas, una magnífica colección de maquetas relacionadas con la vida marítima, cerámica y loza regional. Este monumento histórico fue en su día un arsenal militar, y después un lugar de detención para los condenados a la colonia penal de la Guayana Francesa y Nueva Caledonia antes de su partida. Objetos e imágenes narran esta parte de la historia de la isla.
Gracias a este museo, podrá conocer toda la historia de la isla de Ré a través de los tiempos: arqueología, viticultura, sal, historia militar y penitenciaria, lugares de Vauban, vida marítima… Viaje a través del tiempo y de la historia y pasee por el magnífico jardín formal de esta casa consistorial del siglo XV.
Las fortificaciones Vauban de Saint-Martin-de-Ré están inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el 7 de julio de 2008.
¿Qué hacer por la noche en la isla de Ré?
Aquí tiene 2 lugares para salir con los amigos de copas y fiesta
1 – Pub des 5
Este bar ofrece una amplia selección de cervezas francesas y extranjeras, y también se organizan veladas en torno al deporte o la música con conciertos, todo ello en un ambiente agradable.
2 – Club Bastion
Esta discoteca dispone de 2 grandes salas y una terraza con vistas al mar. En las murallas de Vauban, este club ofrece un marco prestigioso y magnífico para sus noches de DJ o temáticas. Una gran ventaja: ¡dispone de lanzaderas gratuitas para los clientes!
Y no olvide que Le Bastion es también un restaurante que sirve comida casera elaborada con productos locales.
¿Cuáles son las playas más bonitas de la isla de Ré?
1 – Playa de La Cible en Saint-Martin-de-Ré
200 m de largo. Durante el verano, se instalan cabinas de baño blancas y se ofrecen numerosas actividades (kitesurf, vuelo de cometas, pesca, pesca a pie, surf y vela), así como una amplia gama de servicios:
- Zona de picnic
- Alquiler de cabinas de baño
- Excursiones en barco
Playa vigilada en julio y agosto, no se admiten perros.
2 – Playa de Gollandières
Con varios kilómetros de longitud, esta playa de arena fina ofrece una hermosa vista de la isla de Oléron, así como numerosas actividades (bodyboard, windsurf, surf y vela) y servicios:
- Tiralos
- Rampa de acceso a la playa
- Aparcamiento reservado para GIC-GIG
- Escuelas y clubes náuticos
- Club infantil
- Biblioteca ambulante
- Área de picnic
3 – Playa de La Grange
Se trata de una zona natural protegida cerca de la punta de Grignon. Tenga en cuenta que esta playa sólo es accesible con marea alta, ya que las rocas impiden el baño con marea baja. En el camping: aparcamiento gratuito, bar-restaurante, aseos. Actividades :
- Bodyboard
- Vuelo de cometas
- Pesca
- Pesca a pie
- Surf
- Vela
4 – Playa de Gros Jonc
Esta popular playa de arena fina ofrece un mar tranquilo y numerosas instalaciones: aseos, duchas, bar, restaurante y aparcamiento gratuito en las inmediaciones. Actividades :
- Bodyboard
- Windsurf
- Surf
5 – Playa de La Conche des Baleines
Una playa muy extensa que se extiende desde el faro de las ballenas hasta Les Portes-en-Ré, al borde del bosque de Lizay, una playa hermosa, salvaje y auténtica. Se pueden practicar las siguientes actividades
- Kite-surf
- Bodyboard
- Vuelo de cometas
- Pesca
- Pesca a pie
- Windsurf
- Surf
- Vela
6 – Playa de Trousse Chemise
Una auténtica playa salvaje con vela, pesca y zona de picnic. Un lugar tranquilo.
La Plage des Grenettes, en Sainte Marie de Ré, es el lugar ideal para los amantes de los deportes de tabla, sobre todo del surf.
¿Qué actividades se pueden practicar en la isla de Ré?
La isla de Ré, con sus 85 km², es el lugar ideal para unas vacaciones en familia o con amigos, para los amantes del deporte, del descanso, de la historia y de los paisajes. Situada en la región de Poitou-Charentes, cerca de La Rochelle, tiene la considerable ventaja de poder atraer a todo el mundo. Relajarse en las playas de arena blanca o de guijarros, disfrutar del encanto del mar o de las piedras antiguas, pasear en bicicleta o descubrir las marismas saladas, hay mucho que hacer en esta isla que no es sólo bella.
Aquí tiene una selección de actividades imprescindibles para todos los bolsillos y temperamentos.
1 – Piragüismo, kayak o paddle surf en las salinas de la isla de Ré
El pueblo de Loix está formado por varias marismas saladas, lo que le ofrece la posibilidad de explorar la isla de otra forma que a pie o en bicicleta, ¡deslizándose por el corazón de las marismas en su barquita! Si tiene suerte, podrá ver en acción a los salineros durante la cosecha de la sal (de junio a septiembre), un oficio ancestral en el que los mismos gestos se reproducen de generación en generación desde la Edad Media.
2 – Descubrir la Reserva Natural Nacional de Lilleau des Niges
Situada en unas antiguas salinas, esta reserva está gestionada por la Ligue Protectrice des Oiseaux (LPO). En primavera y otoño, tendrá la oportunidad de descubrir las aves migratorias que viajan desde el Ártico hasta África, así como una gran variedad de flora y fauna: dunas, marismas, bosques, pueblos… Desde la Maison du Fier, se organizan salidas temáticas para ayudarle a comprender mejor la diversidad de aves y paisajes que ofrece. ¡Le garantizamos que se enamorará!
3 – Visitar la Cave Coopérative des Vignerons de l’Ile de Ré
Vinos, Pineaux des Charentes y Cognacs, tendrá la oportunidad de visitar la destilería y las bodegas, además de participar en una cata de vinos con productos locales: embutidos, queso, chocolate… En el municipio de: le bois plage en Ré.
4 – Descubrir las salinas
En la isla había miles de trabajadores de las salinas antes de que el comercio decayera en el siglo XIX. Hoy en día, sólo quedan un centenar que siguen practicando este oficio. Descubra el patrimonio típico de la isla de Ré, las técnicas especiales que requieren cierta destreza y disfrute de los paisajes que cambian según la luz… El ecomuseo de las salinas organiza visitas para conocer mejor la historia de esta actividad que ha sido durante mucho tiempo el alma de la isla de Ré.
5 – Descubrir la salicornia de la isla de Ré
El oro verde de la isla se cultiva en las salinas. También se conoce como pepinillo de mar y se consume de diferentes maneras (cruda o cocida) según la temporada. La Ferme des Producteurs Ré Unis de Bois-Plage le informará sobre esta planta que seguro que le sorprenderá.
6 – Visitar la Ferme des Baleines
Esta granja de acuicultura ofrece una amplia gama de productos cultivados en la isla, como ostras, gambas imperiales, almejas, lechuga de mar, hinojo marino y plantas de marisma ecológicas. En un terreno de 35 hectáreas, descubrirá todos los oficios que intervienen en estas actividades, que deben respetar el entorno especialmente frágil de estas marismas situadas en el límite del municipio igualmente conocido de Ars en ré . No se pierda: el vivero de ostras y almejas, con una presentación de las diferentes técnicas de cría y maduración de las ostras en alta mar.
7 – Visita narrada al colmenar
Descubra la fauna y la flora del colmenar de D’Re, recorra 1,5 km por un sendero, tome un tentempié y conozca las colmenas y el trabajo del apicultor.
8 – Cruceros entre islas
Vista de la isla de Ré desde el mar, salida en dirección a La Rochelle, la isla de Aix y Fort Boyard, todos estos destinos están disponibles desde el puerto de Saint-Martin. De 1 a 3 horas o un día entero, con o sin escalas… Sería una pena no hacer un recorrido por estas islas emblemáticas de la región.
¿Qué actividades deportivas se pueden practicar en la isla de Ré?
La oferta es amplia, y hay muchas formas de descubrir este pequeño rincón del paraíso a través de actividades deportivas más o menos intensas:
1 – Excursiones marítimas
- Descubra el litoral a bordo de un barco escuela, con o sin piloto, desde La Flotte en Ré,
- Excursión en catamarán de un día o menos,
- Salida en moto acuática a Fort Boyard,
- Rally acuático con búsqueda del tesoro (para grupos),
- Iniciación a la vela…
2 – Pesca marítima
Sesión de pesca marítima entre la isla de Ré y La Rochelle.
3 – Equitación
Tanto los aficionados a la equitación como los principiantes pueden reservar un paseo a caballo por las marismas, los viñedos, los bosques y, por supuesto, las playas. Una experiencia inolvidable en familia o con amigos.
- Cata de vinos a caballo por los viñedos de la isla, con degustación de productos locales en la bodega cooperativa.
- Paseos en burro por un sendero señalizado de 400 metros en el Parque de la Barbette.
- Paseos familiares a caballo y en poni en las caballerizas del Moulin Moreau.
- Curso de salto.
4 – Paseos
- Alquiler de bicicletas individuales, tándem o eléctricas en la isla,
- Alquiler de girópodos,
- Paseos desde la Maison du Fier por la reserva natural.
- Paseos guiados a pie o en bicicleta por los bosques, las marismas, el dique de Fiers d’Ars…
5 – MICROLIGERO
Descubra la isla de Ré desde las alturas… 30 minutos para descubrir los magníficos y cambiantes paisajes a 600 m de altitud a bordo de un silencioso biplaza eléctrico.
6 – Deportes de tabla
- Boyas remolcadas,
- Surf
- Motos acuáticas
- Wakeboard
- Wakesurf,
- Windsurf,
- Embarcación auxiliar,
- Catamarán… los deportes náuticos no faltan en la isla.
7 – Ciclismo en la isla de Ré
En la isla de Ré hay nada menos que 110 kilómetros de carril bici, una forma estupenda de recorrer la isla de forma fácil y segura. Hay un circuito de 37 km (2 x 18,5 km) para explorar a su ritmo las salinas y el patrimonio natural. También hay otros itinerarios que se adaptan tanto a los ciclistas de ocio como a los entusiastas del ciclismo. Descubrir la isla en bicicleta es un auténtico placer para compartir en pareja, en familia o entre amigos… Los miradores sublimes son legión…
Gastronomía en la isla de Ré
Aunque se aloje en una isla, le sorprenderá la cantidad de productores que hay en este trocito de tierra de la región de Charente Maritime. Se trata de lugareños que hacen de la estancia en su isla una cuestión de honor, preservando su saber hacer ancestral en numerosos ámbitos, sin olvidarse de explorar otros nuevos.
1 – Vino y otros licores
Desde el siglo XII, cuando los monjes cistercienses plantaron las primeras vides, la producción de vino es una tradición en la isla, y hoy en día los “Vignerons de l’ile de Ré” producen 2 millones de botellas al año. Vinos blancos, rosados, tintos y espumosos, Pineau y Cognac. Sainte Marie de Ré cuenta con numerosas casas de viticultores, bodegas y alambiques que podrá descubrir paseando por sus callejuelas.
2 – La sal
La Fleur de Sel Marin es el oro blanco de la isla de Ré, con un total de 350 hectáreas de producción de sal en la isla. Gros sel, fleur de sel, sal fina, caramelos de fleur de sel y cremas de chocolate elaboradas con mantequilla de sal son algunas de las delicias que encontrará en la isla.
3 – La ostricultura
Los amantes de las ostras no quedarán decepcionados: cada año 62 ostricultores producen 7.000 toneladas de ostras. Un sabor yodado y a nuez que le dejará sin aliento…
4 – La Confrérie de la Pomme de Terre Primeur de l’Île de Ré (Cofradía de la Patata Temprana de la Isla de Ré)
Las patatas han obtenido esta DOP por su carne sabrosa y fundente.
5 – Otros productos de la isla de Ré
- Salicorne,
- Chocolates,
- Miel
- Mermeladas…
Hay tantos productos artesanales en la isla, ¡que sería una verdadera lástima perdérselos!
Otros datos sobre la isla de Ré
- Hay que cruzar el puente para llegar a la isla de Ré, y hacerlo es de pago. Cuesta 16 euros en coche y 3 euros en moto en temporada alta.
- Si viene en tren, la estación más cercana es La Rochelle, desde donde puede tomar un autobús hasta la isla de Ré.
- En la isla de Ré es muy fácil alquilar bicicletas: clásicas, de montaña, tándem, eléctricas, de un día, de una semana…
Historia de la isla de Ré
La isla de Ré es un archipiélago formado por 4 islotes que han crecido juntos a lo largo del tiempo, tanto de forma natural como con la construcción de salinas.
El nombre de Ré no tiene nada que ver con la nota musical, sino que proviene del hecho de que la isla estuvo antaño cubierta de helechos (ratus en latín), que más tarde se convirtieron en Ré.
Los monjes que construyeron la Abbaye des Châteliers en la Edad Media fueron los responsables del desarrollo de la isla gracias a sus conocimientos. Crearon viñedos, esclusas para peces y salinas, y formaron a la población local compartiendo sus conocimientos.
La isla de Ré fue escenario de enfrentamientos entre ingleses y franceses en numerosas ocasiones, por lo que se construyeron fortificaciones para proteger a la población y mantener el control de este punto estratégico.
La Revolución Francesa supuso un duro golpe para la isla, que vio cómo se hundía su economía, lo que provocó la deserción de la población, que huía de la pobreza.
Invadida por los alemanes durante laII Guerra Mundial, aún hoy pueden verse búnkeres en la isla.
No fue hasta la década de 1960 cuando el turismo comenzó a desarrollarse en la isla de Ré, dándole un nuevo impulso, al igual que el posterior renacimiento de los viñedos y las salinas.
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