Massey Music Hall

Conocida como la sala de conciertos más antigua y honrada del país, el Massey Music Hall es el monumento que dio un nuevo impulso a la industria musical en Toronto.

Abrió sus puertas por primera vez en 1894, gracias a la voluntad de un hombre: Hart Massey. Un rico industrial de la ciudad que, al construir este edificio, quiso rendir homenaje a su hijo Charles, al que se lo llevó la fiebre tifoidea. Hasta la década de 1920, el Massey Music Hall era el único lugar nacional que podía recibir actuaciones musicales de cualquier tipo.

Una ventaja que le permitió convertirse, en 1895, en la sede provisional del gran conjunto vocal canadiense Toronto Mendelssohn Choir. Pero sobre todo, la sede permanente de la Orquesta Sinfónica de la ciudad, desde 1922 -año de su creación- hasta principios de los años 80.

Esta preciada exclusividad se le acabará escapando al Massey Music Hall en 1982, año de apertura del Roy Thomson Hall, la nueva sala de conciertos de la ciudad. Los eventos son cada vez más raros dentro del edificio de ladrillo, pero no desaparecen. Se observa, por el contrario, una clara diversidad de programación. Conciertos de rock y pop, eventos comunitarios terminan constituyendo la mayoría de las reservas del sitio.

Entre los más memorables, recordamos una actuación de Enrico Caruso en 1908, un concierto de Bob Marley en 1975, uno de los conciertos de U2 o un discurso histórico pronunciado por Winston Churchill en 1900. Un bonito historial de grandes nombres para el Massey Music Hall, a veces apodado “El Carnegie Hall de Canadá” y declarado Sitio Histórico Nacional de Canadá en 1981.