Torre de los Templarios

La plaza Massillon es, sin duda, una de las más animadas de la ciudad durante el verano. Tranquila y apacible en invierno, cambia por completo de rostro en los meses estivales: las terrazas se llenan, las copas resuenan y las conversaciones fluyen con alegría en pleno corazón del casco antiguo de Hyères.

Rodeada de casas típicamente provenzales, esta plaza alberga además un vestigio impresionante que nos remonta al siglo XII: la torre de los Templarios, justo frente a ti. Es lo que queda de la antigua comandancia que la orden del Temple fundó en Hyères en esa época, y está naturalmente clasificada como Monumento Histórico. La torre tuvo funciones múltiples: militares, religiosas y agrícolas. También se la conoce como la capilla de San Blas.

Cuando la orden del Temple fue disuelta en 1312, la capilla pasó a manos de la orden de Malta, que la mantuvo hasta el siglo XVII. Más tarde, entre 1770 y 1914, el edificio acogió al ayuntamiento de Hyères y sufrió varias transformaciones, hasta ser completamente restaurado en los años 80, lo que le dio su aspecto actual.

Hoy en día, alberga exposiciones y sigue siendo uno de los grandes testigos del pasado medieval de la ciudad. Así, la plaza Massillon combina a la perfección historia y vida local, convirtiéndose en un lugar ideal para sentir el ritmo y el alma de Hyères.