Vistas a la bahía y al museo

Cuando te alejas del museo y lo contemplas, frente a las aguas turquesas de la bahía, te das cuenta de lo excepcional que es el edificio. Puedes ver claramente el embarcadero artificial sobre el que se construyó, así como su inmenso tejado en voladizo. También puedes ver frente a ti el puente que une Río con Niteroi, el puente del presidente Costa y Silva (que era el jefe de la dictadura militar, como dato curioso). Su construcción comenzó simbólicamente el 9 de noviembre de 1968, en presencia de la reina Isabel II, durante su primera visita oficial a Brasil. Su aspecto es enorme y con razón, tiene más de 13 km de longitud, 9 de ellos dentro de las aguas de la bahía. En su momento, fue el segundo puente más largo del mundo, que ahorraba a los usuarios un desvío de más de 120 km. Hoy en día, es el puente de hormigón más largo de Sudamérica.