Los pueblos más bonitos para descubrir en los alrededores de Blois
1. El pintoresco encanto de Cheverny
Cheverny es un magnífico pueblo situado a pocos kilómetros de Blois. El pueblo es famoso por su castillo, que inspiró a Hergé para crear el castillo de Moulinsart en las aventuras de Tintín. Además del castillo y sus jardines de estilo francés, podrá visitar el museo dedicado a Tintín y pasear por las tranquilas calles del pueblo. Las tradicionales casas de piedra y las pequeñas tiendas contribuyen al ambiente cálido y auténtico de Cheverny.
No se pierda la oportunidad de degustar los vinos de producción local de Cheverny y Cour-Cheverny durante una excursión por los viñedos de los alrededores. Los aficionados al golf también pueden aprovechar el campo de golf situado cerca del castillo. Cheverny es sin duda un pueblo que no debe perderse durante su estancia en Blois.
2. Chaumont-sur-Loire: entre historia y naturaleza virgen
Chaumont-sur-Loire es un encantador pueblo a orillas del Loira, a unos 20 kilómetros de Blois. Su castillo del siglo XV se alza majestuoso sobre el río, ofreciendo una vista impresionante de la campiña circundante. El castillo de Chaumont-sur-Loire también es famoso por su Festival Internacional de Jardines, un acontecimiento anual que atrae a visitantes de todo el mundo para admirar sus innovadoras y originales creaciones paisajísticas.
El pueblo de Chaumont-sur-Loire es también un oasis de paz para los amantes de la naturaleza. Las orillas del Loira ofrecen numerosas posibilidades para pasear a pie o en bicicleta y apreciar la flora y fauna locales. También puede visitar la Maison de la Loire, un centro de interpretación dedicado a descubrir el patrimonio natural y cultural de la región. Una visita a Chaumont-sur-Loire es una promesa de evasión y rejuvenecimiento.
3. Chambord: majestuosidad y paisajes naturales
Chambord es sin duda uno de los lugares más emblemáticos de la región de Blois. Su castillo, obra maestra arquitectónica del Renacimiento, está inscrito en el Patrimonio Mundial de la UNESCO y atrae a miles de visitantes cada año. Además de visitar el castillo y sus jardines, Chambord también ofrece una amplia gama de actividades, como espectáculos ecuestres, paseos en carruaje y paseos en barco por los canales.
La finca de Chambord no es sólo el castillo: también cuenta con un parque natural de más de 5.000 hectáreas, hogar de ciervos, jabalíes y una gran variedad de aves. Los excursionistas pueden explorar los senderos señalizados, mientras que los ciclistas pueden alquilar bicicletas para explorar los alrededores. Chambord es una visita obligada para los amantes de la historia, la arquitectura y la naturaleza.
4. Montrichard: inmersión en el corazón del Val de Cher
Montrichard es una encantadora ciudad del Val de Cher, a unos 30 kilómetros de Blois. Su torre del homenaje medieval, que domina la ciudad, atestigua su rico pasado histórico. También podrá visitar la iglesia de Notre-Dame de Nanteuil, joya de la arquitectura románica, y pasear por las calles comerciales del centro.
El río Cher ofrece numerosas oportunidades para practicar actividades acuáticas, como piragüismo y pesca. Los aficionados al senderismo pueden aprovechar los senderos señalizados que atraviesan la campiña circundante y los viñedos del Val de Cher. Montrichard es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, la historia y el patrimonio.
5. Fougères-sur-Bièvre: autenticidad y encanto intacto
Fougères-sur-Bièvre es un pueblo encantador situado a unos veinte kilómetros de Blois. Su castillo medieval, con su torreón y su fachada de ladrillo, es una joya arquitectónica que merece una visita. El pueblo ha conservado su autenticidad, con calles empedradas y casas de piedra.
Los alrededores de Fougères-sur-Bièvre ofrecen numerosas posibilidades para practicar senderismo y ciclismo, así como para explorar el patrimonio local. No dude en detenerse en granjas y bodegas para degustar los productos locales. Fougères-sur-Bièvre es el lugar ideal para una escapada bucólica y rejuvenecedora.
6. Cellettes: un pueblo vinícola con encanto bucólico
Cellettes es un agradable pueblo situado a unos diez kilómetros de Blois, en el corazón de los viñedos de Cheverny. Sus callejuelas estrechas y sus casas de piedra son testigos de su pasado como pueblo vinícola. Podrá visitar la iglesia de Saint-Christophe, edificio medieval con notables frescos del siglo XVI, y pasear junto al río Beuvron.
Los amantes del vino pueden visitar los viñedos de los alrededores de Cellettes y degustar los vinos de Cheverny y Cour-Cheverny. Los excursionistas también pueden aprovechar los numerosos senderos señalizados que atraviesan la campiña y los viñedos. Cellettes es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y del patrimonio vinícola.
7. Chitenay: una deliciosa mezcla de tradición y gastronomía
Chitenay es un encantador pueblo situado a unos 15 kilómetros de Blois. Es famoso por su patrimonio arquitectónico, como la iglesia Saint-Pierre, del siglo XII, y sus casas tradicionales de piedra. Chitenay es también un hervidero de gastronomía local, con varios restaurantes y mesones que sirven platos típicos de la región.
El pueblo está rodeado de viñedos y bosques, y ofrece numerosas oportunidades para practicar senderismo y ciclismo. Los aficionados a la pesca también pueden dar rienda suelta a su pasión en los estanques y ríos cercanos. Chitenay es un destino ideal para gourmets y amantes de la naturaleza.
8. Lavardin: uno de los “Pueblos más bonitos de Francia”.
Lavardin es un magnífico pueblo situado a unos 40 kilómetros de Blois. Figura entre los “Pueblos más bonitos de Francia” y le encantará por sus pintorescas calles, sus casas de piedra y sus jardines floridos. El castillo de Lavardin, que domina el pueblo, da fe de su rico pasado histórico y ofrece una vista panorámica de los alrededores.
No deje de visitar la iglesia de Saint-Genest, un edificio románico con frescos del siglo XII, y las cuevas y lavaderos trogloditas que salpican el pueblo. Los amantes del arte también pueden descubrir el museo del pintor impresionista Charles-François Daubigny, que se alojó en Lavardin. Una estancia en Lavardin es una promesa de cambio de aires y encanto.
En conclusión, los alrededores de Blois están llenos de pueblos encantadores y pintorescos, ricos en historia, patrimonio y paisajes naturales. Ya sea amante de la arquitectura, la gastronomía, el vino o los paseos por la naturaleza, seguro que encontrará lo que busca entre estos destinos. No lo dude más y láncese a descubrir los tesoros ocultos de la región de Blois.
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