Los 6 oasis más bellos para explorar cerca de Marrakech
Marrakech, la perla de Marruecos, es una ciudad que maravilla por su esplendor y dinamismo. Pero más allá de sus muros rojos, es el punto de partida ideal para visitar los magníficos oasis, verdaderas joyas de verdor enclavadas en el corazón del desierto o de las montañas. Estos lugares de tranquilidad y frescor invitan a explorar y descubrir la naturaleza marroquí en toda su diversidad. Prepárese para dejarse deslumbrar por estos remansos de paz donde el tiempo parece haberse detenido.
1. El palmeral de Marrakech, una joya con 1001 palmeras
Repartida en más de 100 kilómetros cuadrados a las afueras de Marrakech, la Palmeraie es un auténtico mar esmeralda en medio del desierto. Con sus miles de palmeras datileras, su belleza es impresionante. Paseando por sus sinuosos senderos, descubrirá exuberantes jardines, suntuosas villas y verdes campos de golf, todo ello en un ambiente de absoluta tranquilidad.
La Palmeraie es también el hogar de muchas especies de aves, lo que la convierte en un lugar ideal para la observación de pájaros. Para vivir una experiencia inolvidable, opte por un paseo en camello o una excursión en quad, que le permitirán explorar este oasis de una forma original y emocionante.
2. El valle del Ourika, un remanso de paz en el corazón del Atlas
A sólo 30 kilómetros al sur de Marrakech, el valle del Ourika es un auténtico paraíso natural. Enclavado en el corazón del Alto Atlas, ofrece paisajes que cortan la respiración: ríos cristalinos que serpentean entre praderas verdes y exuberantes, montañas majestuosas que se perfilan en el horizonte y pueblos bereberes tradicionales que salpican las laderas.
El valle del Ourika también es famoso por sus numerosos jardines y plantaciones de hierbas aromáticas y medicinales. No dude en detenerse en uno de los numerosos jardines para descubrir los secretos de la fitoterapia bereber y disfrutar de la frescura del entorno. Para los más aventureros, una excursión a las cascadas de Setti Fatma es imprescindible.
3. El valle de Moulay Brahim, la pepita verde de Marruecos
El valle de Moulay Brahim, a unos 50 kilómetros de Marrakech, es otro oasis verde que no debe perderse. Debe su nombre al patrón local, Moulay Brahim, cuyo mausoleo atrae cada año a numerosos peregrinos. El valle se caracteriza por extensos campos de olivos e higueras, refrescantes arroyos y pintorescos pueblecitos.
Una visita al pueblo de Moulay Brahim es una oportunidad para descubrir la artesanía local y degustar los deliciosos productos locales. Para los amantes del senderismo, el valle ofrece varias rutas de trekking que le llevarán por paisajes variados y hermosos.
4. El olivar de la Menara, una burbuja de serenidad a dos pasos de Marrakech
A pocos minutos del centro de Marrakech, el olivar de la Menara es un remanso de paz. Con su gran piscina central rodeada de frondosos jardines y olivos centenarios, ofrece un marco idílico para un paseo o un picnic lejos del bullicio de la ciudad.
El pabellón que da a la piscina es un magnífico ejemplo de la arquitectura tradicional marroquí. Ofrece una espléndida vista del olivar, así como de las montañas del Atlas cuando están cubiertas de nieve. Una auténtica joya a descubrir durante su estancia en Marrakech.
5. Las cascadas de Ouzoud, una oportunidad para reencontrarse con la naturaleza
A unos 150 kilómetros al noreste de Marrakech, las cascadas de Ouzoud son una maravilla natural que no debe perderse. Con más de 100 metros de altura, es uno de los lugares más espectaculares de Marruecos. La cascada se precipita en un estanque esmeralda rodeado de exuberante vegetación, creando una atmósfera de pura serenidad.
El lugar alberga también una colonia de macacos de Berbería, lo que añade un toque exótico a la visita. Para una experiencia aún más memorable, no se pierda un paseo en barco al pie de las cascadas o disfrute de un tajine tradicional en uno de los muchos restaurantes con vistas al lugar.
6. La puerta del Sáhara en el palmeral de Tafilalet
Si está dispuesto a aventurarse un poco más lejos de Marrakech, el palmeral de Tafilalet es un destino imprescindible. Situado a las puertas del Sáhara, es el mayor palmeral del mundo, con más de 800.000 palmeras. Este oasis se extiende a lo largo de unos veinte kilómetros y alberga numerosos pueblos y ksours (fortificaciones tradicionales).
El palmeral de Tafilalet también es famoso por su producción de dátiles de calidad, sobre todo de la variedad Medjool. Una visita al palmeral es una oportunidad no sólo para descubrir el modo de vida tradicional de la población local, sino también para degustar los productos locales y sumergirse en la atmósfera única del desierto marroquí.
Marrakech y sus alrededores están llenos de oasis de todo tipo, verdaderos remansos de paz que invitan a relajarse y descubrir. Ya sea amante de la naturaleza, la historia, la cultura o la aventura, seguro que encontrará lo que busca en estos parajes excepcionales. Así que no lo dude más y láncese a descubrir estas perlas de Marruecos, ¡no se arrepentirá!
200 recorridos audioguiados para visitar ciudades de todo el mundo.
Descargar