Los 5 lagos más bonitos del Jura
“Feliz como una perdiz”, dice el refrán, ¿verdad? Después del trabajo, a menudo sientes la necesidad de llenar la bañera y darte un buen baño caliente para limpiarte y purificarte tras un día agotador… Al mismo tiempo, cuando sabes que el 60% del cuerpo humano está formado por agua, puedes imaginar que nadar ayuda a estimular, reparar y calmar tus órganos. ¿Lo sabía? La región de Bourgogne Franche-Comté, en el Jura, alberga uno de los lagos más bellos de Francia. Le invitamos a descubrir algunos de los reinos del Jura.
¿Cuáles son los lagos más bonitos para bañarse en el Jura?
1. El lago de Saint-Point
Empezamos por el tercer lago más grande de Francia, el “Lac de Saint-Point3”, con una superficie de 398 hectáreas. Si le gusta combinar el paseo con el baño, le gustará saber que hay un bonito sendero sombreado alrededor de esta charca. Este tramo de agua dulce es grande y profundo, con unos 40 metros, y es un lago fácil de recorrer. La buena noticia es que los deportes acuáticos y la pesca están permitidos. ¿Qué le parece subir a su barca a pedales y explorar el lago con toda tranquilidad? El sendero de 23 km que bordea el lago permite recorrerlo a pie y contemplar el paisaje y esta extensión de agua. Históricamente, el lago era utilizado sobre todo por los pescadores. Hoy en día, sin embargo, todas las autoridades locales de la zona permiten actividades turísticas, como natación y senderismo en verano y esquí e incluso patinaje sobre hielo en invierno. Para alegría de todos.
2. El lago de Chalain
Abran paso al lago natural MÁS GRANDE del Jura: El lago de Chalain. Con 232 hectáreas, su majestuosidad lo sitúa con orgullo como el décimo lago más grande de Francia, ¡y se lo merece con creces! Este lago de origen glaciar, situado en el municipio de Fontenu, cerca de Marigny y Doucier, tiene una profundidad máxima de 32 m y se creó en la era cuaternaria. Se trata del periodo más reciente en la escala del tiempo geológico: se debe al ciclo de las glaciaciones, de ahí su bonito color turquesa que entusiasmará incluso a los nadadores menos aficionados. Este periodo se caracteriza por el ciclo de las glaciaciones y la radiación evolutiva del género Homo en África y Eurasia. Esta charca es perfectamente adecuada para los amantes del deporte y las familias, para darse un baño o pescar un poco, pero a diferencia de la mencionada anteriormente, el uso de motos acuáticas está estrictamente prohibido.
3. El lago de la Abadía
En cuanto sale el sol, el lago, también conocido como “Lac de Grandvaux” o “Lac de Grande-Rivière”, situado en la comuna de Grande-Rivière, se convierte en el destino número 1 para pasear en bicicleta o a pie. El lago, que debe su nombre a la abadía de Saint-Claude, construida en sus orillas en el siglo XII, tiene unos 12 metros de profundidad y cubre sólo 9 hectáreas. Durante el verano, le recomendamos que se dé un chapuzón en la pequeña playa, pero cuidado, como el lago es de propiedad privada, el baño está permitido pero no vigilado. Así que lo mejor es sumergir los pies en el agua fría mientras se contempla el horizonte, y sentirse uno con la belleza y la tranquilidad de este ecosistema.
4. Lago Bonlieu
Sinceramente, si hubiera que rodar una película romántica sobre dos enamorados cerca de un lago, la elección sería el lago de Bonlieu. De 17 hectáreas y 13 metros de profundidad, casi oculto por un bosque de un verde relajante y dominado por una cresta rocosa, este lago de la magnífica comuna de Bonlieu merece claramente su puesto en nuestra lista. A mucha gente le gusta fotografiarlo, dibujar en él, hacer picnic a su lado, descansar en él, extender una toalla y entregarse a una sesión de yoga o de mediación… Es uno de los lagos más pintorescos y encantadores del Jura. Es el tipo de lugar que relaja la mente, te hace sentir que todos tus problemas se los lleva la brisa y te hace sentir bien.
5. Lago des Rousses
Situado en la hondonada del Val de l’Orbe, el Lac des Rousses ocupa 90 hectáreas y tiene 19 metros de profundidad. Su agua es tan pura y natural que algunos municipios la utilizan como agua potable. Sí, la Madre Naturaleza ofrece tanto alimento como curación cuando se la mima y respeta. Escuche con atención y no pierda de vista la fauna y flora típicas de las turberas del Jura mientras recorre un sendero junto al lago. La claridad y la tranquilidad del agua le darán ganas de darse un chapuzón, y hay un centro de deportes acuáticos con material de alquiler para que disfrute aún más. Si te entra hambre por el camino, en la base del lago también hay una zona de picnic con mesas. En pocas palabras, un pequeño rincón del paraíso.
Hace más de 10.000 años, el deshielo de los glaciares dio lugar a numerosas cuencas que, con el tiempo, se transformaron en los lagos que hoy conoces.
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