Los 10 pueblos más bonitos de Ardèche

Si le apasiona la historia, las callejuelas escondidas o la autenticidad, venga a descubrir los pueblos más bonitos de Ardèche. Enclavados en plena naturaleza virgen, estos pueblos medievales han sabido conservar su encanto y su saber hacer tradicional, lo que los convierte en destinos verdaderamente especiales. Región puntera por sus paisajes y tierras de aventura, la Ardèche también le sorprenderá por su gusto por la tradición y la cálida acogida de sus habitantes. Déjese seducir por sus lugares históricos y culturales, que hacen de ella una región rica en patrimonio.

Descubra nuestros 10 pueblos más bonitos de Ardèche.

1 Vallon Pont d’ArcVallon Pont d Arc

Uno de los pueblos más conocidos de Ardèche, y seguramente uno de los más bonitos. Destaca por su puente de piedra natural sobre el río Ardèche. Esta maravilla natural es muy popular entre los turistas, que vienen a admirarla en un paseo en canoa. El impresionante arco está incluso clasificado como “Grand Site de France”, y ha dado nombre al pueblo.

2. Alba-la-RomaineAlba la Romaine

Este pueblo toma su nombre de los restos arqueológicos y del teatro galo-romano que se encuentran dentro de sus murallas. Escaparate de la historia, laberinto de callejuelas empedradas donde es bueno perderse, Alba-la-Romaine ha sabido mantenerse dinámica organizando diversos eventos como festivales y exposiciones para dar a conocer su excepcional patrimonio. El pueblo también cuenta con un museo para su sitio arqueológico y un majestuoso castillo famoso por su arquitectura única.

3. BalazucBalazuc

Si le gusta la verticalidad, no se pierda el pueblo de Balazuc. Esta encantadora aldea encaramada en un acantilado sobre el río Ardèche está considerada como una de las más pintorescas del departamento. Su rico patrimonio y su arquitectura le entusiasmarán en un magnífico paseo por sus sinuosas calles, salpicadas de arcadas y pasadizos abovedados. Además, podrá refrescarse en la playa al pie del pueblo.

4. Antraigues-sur-VolaneAntraigues sur Volane

Disfrute de un paseo meridional por el corazón de Antraigues, un pequeño pueblo lleno de carácter donde se vive bien. Jean Ferrat lo sabía bien cuando decidió instalarse aquí para escribir, donde su casa se ha conservado y abierto a los visitantes. Que la montagne est belle” (“Qué bonita es la montaña”), decía mirando a los jóvenes volcanes de Ardèche, que también se pueden admirar desde este pueblo encaramado. En esta aldea le aguardan otras muchas sorpresas, como un sendero alrededor de la iglesia donde podrá divertirse buscando las cabezas esculpidas en piedra de lava por los propios lugareños. Puedes encontrar las 100 cabezas escondidas en las estrechas calles?

5. LabeaumeLabeaume

Cruce el pequeño puente de piedra para descubrir Labeaume, un pintoresco pueblo que parece fundirse con los acantilados de piedra caliza. Con el paso de los milenios, las aguas han excavado cuevas y formado promontorios, que podrá admirar visitando los jardines colgantes de Récatadou, antiguas terrazas de cultivo hoy conservadas. También podrá disfrutar de un ambiente mágico en esta pequeña joya medieval durante el festival de música “Labeaume en musiques”, que ofrece conciertos de música clásica en plena naturaleza.

6. Saint-MontanSaint Montan

Salvado del abandono, este pueblo medieval en la frontera con la Drôme ha sido restaurado por una asociación de entusiastas. Esta monumental obra ha devuelto la vida al pueblo, donde podrá admirar las hermosas casas tradicionales de piedra, perdiéndose por sus sinuosas callejuelas, pasadizos abovedados y empinadas escaleras. No querrá perderse su encanto, sobre todo si aprovecha las visitas nocturnas del pueblo iluminadas con antorchas o participa en los eventos de temática medieval.

7. Boucieu-le-RoiBoucieu le Roi

Joya del valle del Doux, este pueblo que domina el río ha sabido conservar su patrimonio y ofrece una amplia gama de eventos durante todo el año. Déjese llevar por su historia atípica paseando por sus calles, así como por sus curiosidades: la iglesia de Saint-Jean l’Évangéliste, o el museo Pierre Vigne, donde este sacerdote misionero reunió numerosos objetos de fe, ubicado en el antiguo castillo Seigneurial. En el corazón de las gargantas del Doux, también podrá disfrutar de un espacio natural protegido que podrá admirar a bordo de un Vélorail, los vagones a pedales que circulan por el ferrocarril Train de l’Ardèche.

8. RuomsRuoms

Los desfiles de Ruoms

Pequeña pepita medieval, Ruoms invita a pasear y disfrutar del mercado, los bares y los restaurantes locales rebosantes de especialidades. Sin embargo, sus sombreadas murallas albergan un patrimonio cultural excepcional, con numerosos museos, iglesias y galerías de arte que visitar. Saliendo del pueblo, descubra un impresionante desfiladero de piedra caliza con una sucesión de caminos y túneles excavados en la roca, que ofrecen magníficas vistas.

9. BanneBanne

Pueblo insólito al pie del macizo de las Cevenas, Banne lo tiene todo para despertar su curiosidad. Vestigios del pasado, 27 dólmenes atestiguan la antigüedad del pueblo, al igual que la iglesia de Saint-Pierre de Banne y su castillo medieval encaramado en un saliente rocoso. Los únicos vestigios intactos del Fuerte son sus antiguas caballerizas, un gigantesco espacio que hoy acoge numerosos eventos y festividades.

10. VogüéVogue

Al pie de un acantilado y a orillas del río Ardèche, este pueblo, catalogado como uno de los más bellos de Francia, invita a soñar despierto. Vogüé ofrece unas vistas excepcionales de la campiña circundante, así como numerosas visitas patrimoniales, eventos y exposiciones a lo largo del año. También es un magnífico punto de partida para un sinfín de actividades al aire libre en el Parque Nacional de Ardèche.

Aproveche su estancia en Ardèche para visitar la región de Auvernia Ródano-Alpes con estas actividades:

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