Las 6 mejores cosas que hacer en Orange

Cuando oye la palabra “naranja”, ¿qué evoca en su mente? ¿La fruta? ¿El color? ¿Sabía que existe una ciudad con el mismo nombre en Francia? Hoy queremos contárselo todo. Situada en el valle del Ródano y apodada la “Ciudad de los Príncipes”, Orange es un municipio francés situado al noroeste del departamento de Vaucluse. Si piensa visitarla algún día, debe saber que hay muchas cosas que hacer allí, ¡y por muy poco dinero! La ciudad de Orange tiene un nombre tan original y cálido, y cuenta con muchas ventajas que irá descubriendo a medida que avance. Son casi 2.000 años de historia en una sola ciudad, apenas más grande que una naranja (sí, no hemos podido resistirnos al juego de palabras ^^). Hablando más en serio, con una superficie de 74,20 km², aquí tiene las seis mejores cosas que hacer en la ciudad.

Qué hacer en Orange

1 El Arco del Triunfo

Categoría: Gratis/Cultural

Descripción: Empezamos por el mítico Arco del Triunfo, el monumento más emblemático de la ciudad de Orange. Imposible pasarlo por alto, se eleva a casi 35 metros de altura y domina con orgullo la plaza principal. Construido a principios del siglo I, su decoración esculpida es una maravilla para la vista. Cuando dé un paseo por la ciudad, en pleno centro histórico, sin duda querrá hacerse una o dos fotos delante de este monumento, considerado ya parte de la identidad de la ciudad. Mantén los ojos bien abiertos, pues cada una de sus caras está majestuosamente adornada con bajorrelieves que representan escenas de batallas y dioses romanos. Una marca del poder y el paso del Imperio Romano. ¿Le gusta el arte, y más aún la historia antigua? Entonces ha venido al lugar adecuado. No es de extrañar que el monumento sea Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

2. El Teatro Antiguo

Categoría: €/Cultural/Insólito

Descripción: En la ciudad de Orange, hay UNA experiencia que realmente debe vivir: el teatro antiguo. Los romanos dejaron su huella en Orange, y hay que decir que fueron los primeros en asentarse aquí. Por eso no es de extrañar que se descubrieran los restos de un antiguo teatro romano y que ahora se utilicen como atracción. El edificio también se construyó en el siglo I, al igual que el Arco del Triunfo. Pero además de la impresionante arquitectura del lugar, nos gustaría que se fijara en las gradas, con capacidad para 9.000 personas, que le permitirán elevarse hasta 35 metros para admirar la impresionante vista sobre la ciudad. Antaño, el teatro romano era el escenario de diversos acontecimientos, todos ellos destinados a entretener al pueblo y a la realeza: carreras de cuadrigas, luchas de gladiadores, espectáculos circenses, etc.

3. Iglesia de Saint-Florent

Imagen-Creative-Commons

Categoría: Cultural

Descripción: Si recorre la rue Saint-Florent durante su estancia, seguro que se topará con la iglesia del mismo nombre. Esta joya de la arquitectura románica data del siglo XII, y desde entonces no ha dejado de despertar la admiración y el respeto de sus visitantes. Su fachada armoniosamente esculpida basta para convencernos de entrar, mientras que una sensación de paz interior se apodera de nosotros al sentarnos. Las vidrieras de colores calman nuestras almas con la suave luz que dejan entrar, agraciando suavemente nuestros rostros y el paisaje que nos rodea. Admire las bóvedas celestes y los capiteles esculpidos y comprobará que los artesanos de la época ya eran muy hábiles y tenían cierta pericia en lo que a arquitectura se refiere. No olvides admirar algunos de los antiguos frescos de las paredes, que narran leyendas sagradas e historias bíblicas.

4. El Campanario del Ayuntamiento

Categoría: €/Cultural

Descripción: Diríjase a la plaza Georges Clemenceau para ver el Campanario del Ayuntamiento. Siempre en el centro histórico (no olvide detenerse en un café para degustar una especialidad local), la torre medieval del ayuntamiento es uno de los monumentos estrella de la ciudad. Es imposible hacer oídos sordos cuando las campanas, de varios metros de altura, repican por toda la ciudad. Declarada monumento histórico, los amantes del arte y la arquitectura quedarán seducidos por las cuidadas esculturas y los diferentes ajimeces. El Campanario del Ayuntamiento es un poco como un cuadro que se va descubriendo poco a poco al mirarlo y contemplarlo. Eso es lo que más gustó a los visitantes: descubrir durante la visita pequeños detalles que a primera vista eran invisibles, pero que sin embargo estaban muy presentes. ¡En eso consiste el arte!

5. El Museo de Arte e Historia

Categoría: €/Cultural

Descripción: Toda ciudad tiene al menos un museo donde conocer su pasado, sus vericuetos y sus momentos más destacados. Para Orange, ese museo sería sin duda el Museo de Arte e Historia… Un lugar donde, cuanto más se adentre, más viajará en el tiempo, entre diferentes épocas y civilizaciones. Un regreso al pasado para comprender mejor el presente, ¿no es magnífico y poético? Una pequeña anécdota a tener en cuenta durante la visita: el museo está instalado en una antigua mansión del siglo XVIII. Aquí encontrará toda una colección de objetos arqueológicos y pinturas antiguas que narran el pasado de la ciudad. Todo un testimonio de la riqueza histórica y cultural de la ciudad.

6. Un paseo por el mercado

Categoría: €/Cultural/Gastronómico

Descripción: Le proponemos una actividad “suave” para redondear su estancia por todo lo alto. Es cierto que no todo es diversión y juegos, pero le ayudará a relajarse… ¡y a llenar la barriga! De hecho, no hay mejor manera de sumergirse en la ciudad y conocer a los lugareños y su deliciosa comida. Los puestos están repletos de productos locales frescos esperando a ser cocinados. Podrá probar algunas degustaciones y elegir entre la multitud de alimentos que se ofrecen. Y la comida no es lo único que hay que ver en el mercado: también puede explorar la artesanía local, que puede ser un excelente recuerdo para meter en la maleta o la mochila al final de su estancia.