Las 20 playas más bonitas de Francia
Francia, con sus 10.000 kilómetros de costa, rebosa de tesoros marítimos excepcionales. De la Bretaña salvaje a las calas del Mediterráneo, pasando por las playas doradas de la Costa Azul y las extensiones de Normandía, descubra las 20 playas más bellas de Francia por las que el país es famoso. De arena fina, aguas cristalinas y paisajes sobrecogedores, cada playa cuenta una historia única y ofrece una experiencia inolvidable a los viajeros en busca de una escapada.
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1. Playa de Palombaggia – Porto-Vecchio (Córcega del Sur)
Considerada una de las playas más bellas de Francia, la playa de Palombaggia, en Porto-Vecchio, ofrece un paisaje de ensueño digno de las más bellas postales. Esta franja de arena fina, inmaculadamente blanca, se extiende a lo largo de más de un kilómetro, bordeada por aguas turquesas excepcionalmente transparentes. Los majestuosos pinos piñoneros que salpican el litoral dan sombra a los visitantes y crean un llamativo contraste con el azul celeste del Mediterráneo.
Situada a unos quince kilómetros al norte de Porto-Vecchio, esta legendaria playa es un remanso de belleza virgen. Las rocas de granito rosa que salpican la orilla añaden una dimensión escultórica única al paisaje.
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2. Playa de Pampelonne – Saint-Tropez (Var)
Famosa por Brigitte Bardot en los años 60, la playa de Pampelonne sigue siendo una de las más emblemáticas de la Costa Azul. Esta majestuosa extensión de arena dorada se extiende a lo largo de casi 5 kilómetros entre Saint-Tropez y Ramatuelle, ofreciendo un marco idílico para los amantes de la ociosidad y el glamour mediterráneo.
Dividida en varios sectores, Pampelonne ofrece tanto espacios naturales vírgenes como legendarios balnearios. Las aguas cristalinas de la bahía invitan al baño, mientras que las dunas salpicadas de vegetación mediterránea crean un marco natural excepcional. Una visita a Saint-Tropez le permitirá descubrir este destino legendario desde todos los ángulos.
3. Playa de Étretat (Sena Marítimo)
Los blancos acantilados de Étretat y su playa de guijarros conforman uno de los paisajes más espectaculares de Normandía. Esta playa única fascina a los visitantes por sus extraordinarias formaciones geológicas, entre las que destacan los famosos arcos naturales de Porte d’Aval y Porte d’Amont, que se alzan majestuosos frente al océano Atlántico.
El encanto de Étretat reside en la perfecta armonía entre la fuerza de la naturaleza y la dulzura del pequeño pueblo costero. Los guijarros pulidos por las mareas crean una relajante sinfonía con cada oleaje, mientras que la luz cambiante del Canal de la Mancha sublima los acantilados de piedra caliza. Esta playa inspiradora ha seducido a muchos artistas, de Monet a Maupassant.
4. Playa de la Costa de los Vascos – Biarritz (Pirineos Atlánticos)
Auténtica meca de los surfistas europeos, la playa de la Côte des Basques de Biarritz encarna el arte de vivir vasco en todo su esplendor. Esta franja de arena fina enmarcada por acantilados ocres ofrece un panorama excepcional del océano Atlántico y las montañas españolas.
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Las poderosas olas de la Côte des Basques la han convertido en un lugar de surf mundialmente conocido, atrayendo a aficionados de todo el mundo. Con la marea baja, la playa muestra sus características rocas, hogar de una fauna marina rica y diversa.
5. Playa de Saleccia – Desierto de Agriates (Haute-Corse)
Apodada el “Tahití corso”, la playa de Saleccia, en el desierto de Agriates, es una de las más salvajes y vírgenes de la isla de la Belleza. Accesible únicamente a pie por el sendero costero o en barco, esta playa confidencial recompensa a los aventureros con un entorno natural excepcional.
La inmaculada arena blanca de Saleccia contrasta magníficamente con las aguas turquesas del Mediterráneo, creando una laguna natural de sorprendente belleza. La vegetación mediterránea, formada por enebros y lentiscos, perfuma el aire con aromas embriagadores. Esta playa salvaje de más de un kilómetro de longitud ofrece una tranquilidad absoluta, lejos del bullicio del turismo.
6. Plage du Sillon – Saint-Malo (Ille-et-Vilaine)
La Grande Plage du Sillon, en Saint-Malo, ofrece uno de los panoramas más emblemáticos de Bretaña. Esta magnífica franja de arena dorada de 3 kilómetros de longitud se asoma a las murallas de la ciudad corsaria, creando un marco único en el que la historia marítima se funde con la belleza natural.
Protegida por los famosos espigones, la playa de Sillon ofrece un entorno seguro para nadar y practicar deportes acuáticos. Con la marea baja, la playa revela su inmensidad y se convierte en el patio de recreo ideal para los amantes de la vela de arena y el vuelo de cometas. Las coloridas casetas de playa añaden un toque pintoresco a este paisaje ya de por sí encantador.
7. Plage Notre-Dame – Île de Porquerolles (Var)
Votada como la playa más bonita de Europa, la playa de Notre-Dame, en la isla de Porquerolles, merece su fama internacional. Esta franja de 800 metros de arena blanca y pulverulenta, bordeada por un pinar centenario, ofrece un entorno paradisíaco en el corazón del Parque Nacional de Port-Cros.
Sus aguas cristalinas de color turquesa invitan a bañarse en un entorno protegido y virgen. El acceso a pie desde el puerto de Porquerolles, a través de los fragantes senderos del matorral mediterráneo, hace que descubrir esta playa sea toda una aventura. Los pinos sombrilla proporcionan una agradable sombra natural en los calurosos días de verano.
8. Playa de Deauville (Calvados)
Símbolo de la elegancia normanda, la playa de Deauville combina el refinamiento de la Belle Époque con el encanto intemporal de la costa. Sus famosas tablas, sus sombrillas de colores y sus emblemáticas casetas de playa crean un marco único que seduce a la burguesía parisina desde el siglo XIX.
Esta playa de arena fina se extiende a lo largo de más de 2 kilómetros, ofreciendo mucho espacio para relajarse y pasear frente al Canal de la Mancha. La notable arquitectura de las villas y palacios que bordean la playa atestigua el prestigio histórico de esta estación balnearia normanda. Las banderas americanas plantadas en la arena recuerdan el Festival de Cine Americano por el que Deauville es conocida internacionalmente.
9. Playa de Santa Giulia – Porto-Vecchio (Córcega del Sur)
Verdadera laguna tropical en el corazón del Mediterráneo, la playa de Santa Giulia, en Porto-Vecchio, cautiva con sus aguas azules y poco profundas y su arena blanca inmaculada. Esta bahía en forma de herradura ofrece un entorno idílico perfecto para familias con niños.
La excepcional claridad del agua facilita la observación de los peces que nadan cerca de la orilla, convirtiendo cada baño en una improvisada sesión de snorkel. Las verdes colinas que enmarcan la bahía crean un entorno natural protegido, donde la vegetación mediterránea desciende hasta la fina arena. Este paraíso playero figura regularmente en las clasificaciones de las playas más bellas del mundo.
10. Playa de Île Vierge – Crozon (Finistère)
Joya secreta de la península de Crozon, la playa de Ile Vierge revela un paisaje salvaje de una belleza sorprendente. Accesible únicamente por un empinado sendero costero, esta cala confidencial recompensa a los paseantes con un marco grandioso donde las aguas color esmeralda contrastan con los acantilados de arenisca rosada.
Esta playa de guijarros y arena fina, enclavada al final de una cala protegida, ofrece una tranquilidad absoluta lejos de las aglomeraciones estivales. Los pinos marítimos que se aferran a los acantilados crean un sorprendente marco mediterráneo en pleno Finisterre. La riqueza de la fauna marina la convierte en un lugar ideal para el submarinismo y la observación de la naturaleza.
11. Playa de Rondinara – Bonifacio (Córcega del Sur)
La playa de Rondinara, apodada “Coquille Saint-Jacques” por su forma perfectamente circular, es una de las maravillas naturales del sur de Córcega. Esta bahía excepcional, enmarcada por dos penínsulas rocosas, ofrece una protección natural que mantiene sus aguas tranquilas y cristalinas.
La fina arena blanca de Rondinara, mezclada con pequeñas conchas, crea una textura única bajo los pies. El color turquesa del agua, extraordinariamente intenso, varía según la luz, ofreciendo un espectáculo natural permanente. Esta playa legendaria, a menudo comparada con las más bellas lagunas tropicales, se beneficia de un entorno virgen en el corazón de la maquia corsa.
12. Playa de La Baule (Loira Atlántico)
Apodada “la playa más bonita de Europa” a principios del siglo XX, la playa de La Baule sigue siendo uno de los balnearios más prestigiosos de la costa atlántica. Esta inmensa extensión de arena fina y dorada se extiende a lo largo de 9 kilómetros y ofrece un espacio excepcional para todas las actividades balnearias.
La arquitectura de la Belle Époque que bordea la playa es testimonio del refinamiento histórico de este destino. Lujosas villas y prestigiosos hoteles crean un elegante telón de fondo frente al océano Atlántico. Esta playa familiar por excelencia ofrece una amplia gama de actividades, desde yates de arena hasta tenis de playa, en un entorno seguro y supervisado.
13. Playa de Espiguette – Le Grau-du-Roi (Gard)
L’Espiguette, la emblemática playa salvaje de la Camarga, desvela un paisaje natural preservado de impactante belleza bruta. Esta franja de 18 kilómetros de arena fina, bordeada por imponentes dunas, ofrece una sensación de inmensidad y libertad única en la costa mediterránea francesa.
Catalogada como paraje natural protegido, la playa de Espiguette alberga una flora y fauna excepcionales. Flamencos rosas, garzas y numerosas especies de aves migratorias son visitantes habituales de esta zona salvaje. La ausencia casi total de edificios en la costa preserva la autenticidad de este paraje extraordinario, verdadero remanso de paz para los amantes de la naturaleza.
14. Playa de la Grande Conche – Royan (Charente-Maritime)
La playa de la Grande Conche, corazón de la estación balnearia de Royan, destaca por su arquitectura moderna y su ambiente familiar. Esta hermosa franja de arena fina en forma de media luna es ideal para nadar y practicar actividades balnearias en la costa de Charente.
Reconstruida tras la Segunda Guerra Mundial, Royan posee un patrimonio arquitectónico de los años 50 único en Francia. La Grande Conche, protegida por dos puntas rocosas, goza de aguas tranquilas especialmente apreciadas por las familias. El animado paseo marítimo ofrece una amplia gama de actividades y servicios, haciendo de esta playa un destino completo y accesible.
15. Plage Mala – Cap-d’Ail (Alpes Marítimos)
Gema confidencial de la Costa Azul, la playa de Mala, en Cap-d’Ail, es una cala paradisíaca situada al pie de impresionantes acantilados. Esta playa de guijarros y aguas cristalinas ofrece un entorno íntimo y virgen, lejos del bullicio de las grandes estaciones balnearias de la Costa Azul.
El acceso a la playa de Mala a través de un empinado sendero excavado en la roca convierte cada visita en una pequeña aventura. Una vez allí, el visitante descubre un paraje excepcional donde el agua transparente revela un fondo marino rico en vida acuática. Esta playa confidencial, frecuentada por una clientela de asiduos, encarna el auténtico espíritu de la Costa Azul.
16. Plage des Grands Sables – Île de Groix (Morbihan)
Única playa de arena convexa de Europa, la playa de Grands Sables, en la isla de Groix, fascina por su excepcional geología y su belleza salvaje. Esta rara formación natural, compuesta por arena de conchas blancas, se mueve de forma natural con las corrientes y las mareas, creando un paisaje en perpetua evolución.
La isla de Groix, accesible en ferry desde Lorient, ha conservado su carácter auténtico y virgen. La playa de Grands Sables, orientada al Sur, goza de un microclima especialmente suave. Este extraordinario paraje natural, catalogado y protegido, alberga una flora y fauna excepcionales, para deleite de naturalistas y amantes de la biodiversidad marina.
17. Playa de Trouville (Calvados)
Cuna histórica del turismo balneario en Normandía, la playa de Trouville posee un encanto auténtico y un ambiente acogedor. Esta franja de arena fina, más íntima que su vecina de Deauville, seduce por su autenticidad y sus tradiciones marítimas preservadas.
El pintoresco puerto pesquero, las coloridas villas del paseo marítimo y el ambiente popular de los mercados crean un entorno animado y acogedor. La playa de Trouville, vigilada por socorristas y dotada de instalaciones, acoge a las familias en un entorno seguro donde la tradición local y los placeres costeros se funden armoniosamente. Las famosas “Planches” ofrecen un agradable paseo frente al Canal de la Mancha.
18. Plage de l’Almanarre – Hyères (Var)
La playa de Almanarre, en Hyères, es un lugar de renombre internacional para la práctica del windsurf, una combinación perfecta de deportes náuticos y ocio mediterráneo. Esta larga extensión de arena fina, barrida por el mistral, ofrece unas condiciones excepcionales para la práctica del windsurf y el kitesurf.
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La proximidad de la península de Giens y de las Islas Doradas crea un marco natural excepcional. Las marismas de Pesquiers, santuario ornitológico excepcional, añaden una dimensión ecológica a esta playa polifacética. L’Almanarre seduce tanto a los deportistas como a los contemplativos, gracias a la diversidad de sus paisajes.
19. Playa de Pen Hat – Camaret-sur-Mer (Finisterre)
Playa salvaje emblemática en el extremo de Bretaña, Pen Hat, en Camaret-sur-Mer, revela un magnífico paisaje frente al océano Atlántico. Esta extensión de arena dorada, enmarcada por impresionantes acantilados, ofrece un impactante espectáculo natural que combina el poderío marítimo y la belleza bretona.
Calificada regularmente como una de las playas más bellas de Francia, Pen Hat posee un carácter auténtico y virgen. Sus espectaculares puestas de sol, sus poderosas olas y su horizonte infinito crean una atmósfera mágica especialmente apreciada por los fotógrafos y los amantes de la naturaleza. Esta playa azotada por el viento encarna a la perfección el espíritu salvaje de Bretaña.
20. Playa de la Corniche – Pyla-sur-Mer (Gironda)
Dominada por la duna más alta de Europa, la playa de la Corniche de Pyla-sur-Mer ofrece un marco único donde el océano Atlántico se encuentra con la cuenca de Arcachon. Esta franja de arena fina y dorada, protegida por la majestuosa Duna del Pilat, crea un paisaje extraordinario entre la tierra y el mar.
El ascenso a la duna de 110 metros de altura recompensa a los visitantes con una excepcional vista panorámica del océano, el bosque de las Landas y la cuenca de Arcachon. Esta playa familiar ofrece todas las comodidades necesarias, preservando al mismo tiempo un entorno natural excepcional. El sorprendente contraste entre la arena blanca de la duna y el azul del océano crea un espectáculo natural inolvidable.
En conclusión, estas 20 playas más bonitas de Francia son testimonio de la excepcional riqueza del litoral francés. Del Canal de la Mancha al Mediterráneo, cada región costera revela sus propios tesoros, desde playas de arena fina a calas de guijarros, pasando por aguas turquesas y océanos salvajes. Tanto si busca el bullicio de las grandes estaciones balnearias como la tranquilidad de playas secretas, Francia le ofrece una diversidad incomparable de paisajes marinos. Déjese tentar por estos destinos excepcionales y descubra los circuitos Navaway para enriquecer su exploración de los lugares costeros más bellos de Francia. Cada playa cuenta una historia única y le invita a crear sus propios recuerdos inolvidables junto al agua.
FAQ – Preguntas frecuentes sobre las playas más bellas de Francia
¿Cuál es la playa más bonita de Francia?
La playa de Palombaggia, en el sur de Córcega, suele considerarse la más bella de Francia. Con su inmaculada arena blanca, sus aguas turquesas y sus pinos sombrilla, ofrece un entorno paradisíaco digno de los más bellos destinos tropicales.
¿Dónde se encuentran las playas de arena más bonitas de Francia?
Las playas de arena fina más bellas se encuentran principalmente en Córcega (Palombaggia, Santa Giulia), en la Costa Azul (Pampelonne, Notre-Dame à Porquerolles) y en la costa atlántica (La Baule, Royan). Estos destinos ofrecen extensiones de arena dorada o blanca de calidad excepcional.
¿Cuáles son las mejores playas para familias con niños?
Las playas ideales para familias son Santa Giulia en Córcega (aguas poco profundas), La Baule en Loira-Atlántico (playa vigilada y equipada), La Grande Conche en Royan (aguas tranquilas) y Deauville (servicios y animación). Estas playas combinan seguridad, servicios y un entorno favorable a los niños.
¿Cuál es la mejor época para visitar las playas francesas?
La mejor época para visitarla es de mayo a septiembre, con un pico en julio y agosto. Para evitar las aglomeraciones y aprovechar al máximo el buen tiempo, opte por junio y septiembre. Las playas mediterráneas siguen siendo agradables hasta octubre, mientras que las atlánticas y bretonas lo son más de junio a agosto.
¿Se puede nadar en las playas francesas todo el año?
En la Costa Azul es posible bañarse todo el año gracias a su clima mediterráneo, aunque el agua es más fría en invierno. En Bretaña y Normandía, la temporada de baño se extiende principalmente de junio a septiembre. Córcega ofrece condiciones favorables de mayo a octubre, con aguas especialmente agradables.
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