Las 10 mejores especialidades culinarias de Venecia
¿Qué comer en Italia?
1. Fontina en el Valle de Aosta
Empecemos con un alimento que a muchos de ustedes les encanta degustar con una deliciosa copa de vino o sobre una rebanada de pan… el queso, o para ser más precisos, el Fontina. Elaborado con leche de vaca en el Valle de Aosta, una región italiana del noroeste del país, los rumiantes en cuestión son, de hecho, de una raza del Valle de Aosta que pasta en los pastos a los pies del Mont Blanc. ¿Por qué le contamos esto? Pues bien, esta particularidad tiene el efecto de producir leche en pequeñas cantidades, pero bastante densa, lo que la hace inmediatamente muy energética, rica en fósforo, calcio y vitaminas A y B. Así que no te preocupes por tu dieta, es un alimento completo, sano y fácil de digerir. Con un grosor de entre 7 y 10 cm, el Fontina tiene una corteza fina y una pasta amarilla semicocida y fundente, que le confiere un sabor suave y un aroma algo embriagador. Además, según el momento en que se consuma, hay una diferencia de intensidad de color entre el invierno y el verano. Dato curioso: hay quien piensa que el nombre deriva en realidad de la palabra francesa “fontis” o “fondis”, o de la italiana “fondere”, que recuerda a la famosa pasta que tiende a derretirse con el calor.
2. Risotto a la milanesa
¡El famoso Risotto a la Milanesa! Vale, hasta aquí todo bien. El risotto es un plato famoso y muy apreciado. Pero un consejo: si quiere probarlo, no espere más y diríjase a Lombardía, una provincia del norte del país. Queridos amigos, aquí es donde probarán EL Risotto de su vida. Esta receta de múltiples sabores excitará sus papilas gustativas y despertará sus sentidos. Para que conste, en 1574, el maestro vidriero Valerio di Fiandra y su joven ayudante solían añadir azafrán no sólo a sus platos, sino también a sus preparados para teñir vidrios, que tendían a iluminar las vidrieras. El risotto es, por tanto, descendiente directo del arroz con azafrán, que tenía un color dorado y era signo de riqueza en la época medieval. Hoy se sigue utilizando el azafrán, acompañado de mantequilla, cebolla, tuétano de ternera y vino blanco. Servido “al dente”, es un plato que ofrece muchas variaciones para todos los gustos, ¡por lo que es imposible aburrirse de él! ¿Se le hace la boca agua?
3. Trufas de Umbría
Seguimos nuestro viaje al corazón verde del país, entre la Toscana, el Lacio y las Marcas, en Umbría, para descubrir sus deliciosas trufas. Si visita Umbría entre primavera y verano, preste mucha atención a las raíces de los robles que crecen a sus pies. ¿El motivo? El hongo subterráneo que crece allí es la fuente del plato más famoso y apreciado de la región. Venga a descubrir la trufa italiana: blanca o negra, ¡ambas son deliciosas! La trufa blanca es la más rara, y puede alcanzar el mayor tamaño. Revela notas de huevas y setas silvestres. La trufa negra, en cambio, tiene un ligero regusto a mezcla de maíz y avellana. Así que es difícil distinguirlas. Si alguna vez tiene la oportunidad de probar este plato, saboréelo hasta la última miga, ya que son bastante difíciles de encontrar, al estar enterradas en la tierra.
4. Arrosticini, brochetas de carne
Originaria de una de las regiones más protegidas de Italia, con un parque nacional que cuenta con una flora y fauna preciosas, Abruzos le ofrece la oportunidad de saborear sus Arrosticini. Esta receta procede directamente de la tradición de los pastos de montaña de los Abruzos, especializados en la cría de ovejas y corderos. Los Arrosticini son brochetas de carne cortada en pequeños dados de apenas 1 centímetro, tiernos y jugosos a la vez. Las brochetas suelen cocinarse en la “rustillire”, un brasero típico donde las brochetas se estiran para poder darles la vuelta sin preocuparse y se cocinan a fuego lento. Hoy en día, pueden cocinarse de diversas maneras: en el horno, en la barbacoa, en una pierrade, con un resultado diferente cada vez, lo que añade originalidad al plato. Este plato, acompañado de una cucharada de aceite de oliva, un chorrito de limón y un toque de romero, se come mejor caliente.
5. Ensalada capresse
En pocas palabras: mozzarella, aceite de oliva, albahaca, queso blanco… ¡Y los colores de la bandera italiana! La ensalada capresse es una especialidad tradicional de la cocina napolitana e italiana, originaria de la isla de Capri, en Campania. Si es vegetariano o no quiere abusar durante su estancia, puede comer este plato sin queso. Esta refrescante receta se consume mejor durante la temporada de tomates, entre julio y agosto, cuando los tomates maduros aportan una gran cantidad de vitaminas.
6. Piamonte y sus agnolotti
A los pies de los Alpes se encuentra uno de los platos típicos del Piamonte, la segunda región más grande de Italia. Conocida por su refinada cocina y sus exquisitos vinos, la cocina piamontesa ofrece una de las mejores recetas de pasta que jamás haya probado. Cada región italiana tiene su propio tipo de pasta, y nunca obtendrá el mismo sabor en ningún otro lugar. Aquí, la pasta de harina y huevo se rellena con una mezcla de carne, salchichas y verduras. De forma cuadrada como los raviolis, se suelen añadir yemas de huevo a la masa para darle un atractivo aspecto dorado. Lo más interesante de esta receta es que la pasta era originalmente redonda, porque se preparaba en un molde redondo de hierro, y la palabra “agnolotti” procede del término piamontés “anulò”, ¡que hace referencia al mismo molde! Con el tiempo, la receta evolucionó y la pasta adquirió una forma cuadrada similar a los raviolis, pero el nombre se mantuvo. ¿Le apetece?
7. Aceitunas All’Ascolana de las Marcas
Esta vez nuestro itinerario nos lleva directamente al plato típico de la provincia de Ascoli Piceno, en la región de Las Marcas: las aceitunas. Tranquilos, no estamos hablando de las aceitunas verdes o negras que todos conocemos, sino de una receta que muy poca gente conoce, a base de carne picada. Empanadas y fritas, se elaboran con aceitunas verdes de saumur y son LA especialidad gastronómica de la región de Ascolan. Se cree que esta receta tiene su origen en el siglo XIX, cuando los cocineros disponían de una gran variedad de carnes para cocinar para las familias nobles. Por eso es especialmente popular en fiestas y días importantes. En resumen, ¡una comida de reyes!
8. Cjarsons de Friuli-Venecia Julia
Ponga rumbo a Friuli-Venecia Julia, una región del noreste de Italia fronteriza con Austria y Eslovenia. Para ser más precisos, es en la región de Carnia donde encontrará los cjarsòns. Qué decir de esta receta, aparte de que se puede preparar de muchas maneras. ¿Le gusta más el azúcar que la sal? Entonces estos raviolis de patata rellenos de queso ricotta le gustarán más con frutos secos, azúcar, pasas sultanas… que con especias y sabores orientales acompañados de hierbas aromáticas. La riqueza de este plato es una auténtica delicia para quien quiera cocinarlo a su manera.
9. Sabayón
Hemos hablado de quesos, platos, carnes, alimentos vegetales… ¿pero no le falta un poco de dulzor a todo eso? Te proponemos el Sabayón. Esta receta es una crema hecha con huevos, azúcar y vino, o para los que prefieren la versión sin alcohol, con manzanas, sidra de manzana espumosa y miel para hacer una preparación dulce. Se trata de un postre menos famoso que los anteriores, pero igual de delicioso. La textura espumosa se crea utilizando yemas de huevo fresco cocidas al baño maría y batidas con vino. Un postre que merece la pena descubrir para explorar y degustar otro aspecto de las recetas clásicas italianas, ¡igual de delicioso!
Por cierto, como ya sabéis en Navaway nos gusta enseñaros cosas para enriquecer vuestra cultura. Para los que no habléis italiano, el origen de la palabra Sabayón es en realidad una traducción de la palabra italiana “zabaione”, que de hecho viene del latín “sabaïum”, que no es otra cosa que… cerveza. ¿No ve la conexión? El sabayón lleva la misma corona de espuma que la cerveza, ¡eso es todo! De hecho, este postre se sirve a menudo con cerveza. Lo que usted quiera.
10. Tiramisù
Le llevamos a la legendaria y soñada ciudad de Venecia. Ciudad de lujo, por supuesto, pero también templo del amor, la belleza y el romanticismo. Destino privilegiado para las parejas, es el lugar perfecto para disfrutar de un tiramisù para dos. Es tan conocido y apreciado que no necesita presentación. Detrás de su majestuoso mascarpone y sus tocadores empapados de café, este postre untuoso, gourmet y suculento fue descubierto por el Duque Soberano de Toscana, Cosme III de Médicis, que lo convirtió en su postre favorito. Literalmente, tiramisú significa “dame cuerda”. Con un nombre tan halagador y singular, no es de extrañar que el tiramisú sea el postre que hace las delicias del paladar.
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