Las 10 mejores especialidades culinarias de Perpiñán
Como ciudad costera, la gastronomía de Perpiñán incluye un gran número de platos acompañados de marisco y pescado. Perpiñán es también una excelente región vinícola. El Rosellón es una región vinícola de renombre en toda Francia, que ofrece a los amantes del vino la posibilidad de degustar tintos, blancos e incluso rosados, ideales cuando llega el calor, sin dejar de estar a orillas del mar Mediterráneo.
1- Boles de Picolat
Boles de Picolat, el plato de los mil sabores. Agarraos el sombrero porque este plato contiene multitud de ingredientes, cada uno tan bueno como el otro. Seguro que hará las delicias de más de uno. Tradicionalmente se sirve en cenas familiares o en ocasiones festivas. Los boles de Picolat, un plato catalán, son albóndigas cocidas a fuego lento hechas con una mezcla de carne picada de ternera y cerdo, tocino, perejil, ajo y pan mojado en leche. Pensará que aquí acaba la receta, ¿verdad? Pues sólo era la primera parte. Las albóndigas se rebozan en ceniza y se doran en aceite de oliva. A continuación, las albóndigas se cocinan en una salsa a base de vino tinto, tomates, cebollas, aceitunas negras y champiñones. El plato suele acompañarse de patatas. Todos estos ingredientes se combinan para dar a este plato una explosión de sabor única.
2- Anchoas a la catalana
Originaria de la región catalana, esta preparación de las anchoas se impone en las mesas de aperitivo. Es un ingrediente imprescindible a la hora de pedir tapas. Tradicionalmente muy saladas, las anchoas a la catalana se desalan después de lavarlas bien. Una vez finalizada esta fase, las anchoas se marinan en una mezcla de vino, ajo picado, guindilla roja y perejil. Las anchoas suelen servirse con una rebanada de pan crujiente. El verano se presenta tranquilo en Perpiñán.
3- Cargolade
La cargolade es, sin duda, uno de los platos más populares de Languedoc-Rosellón, del que también disfrutan la gran mayoría de los franceses. Se trata de pequeños caracoles asados a la parrilla sobre un fuego de sarmientos. Se condimentan con una mezcla de ajo, muy famoso en el sur de Francia y utilizado como condimento en muchos platos, perejil, aceite de oliva y sal. Una vez cocidos, se sirven con aïoli, una mayonesa o vinagreta a base de ajo. Este plato combina de maravilla con un vaso de vino blanco, preferiblemente seco. Si va a Perpiñán en verano, lo encontrará por todas partes. Este plato imprescindible se degusta mejor al aire libre y en días festivos.
4- Crema catalana
Variemos ahora un poco los placeres. Este postre, como su nombre indica, procede de Cataluña. A todo el mundo le encanta, y es comprensible. La crème catalane es parecida a la crème brûlée, pero se diferencia en que se le añade ralladura de limón y canela, lo que le da un sabor único. La preparación es idéntica a la de la crème brûlée, y cuando la crema está perfectamente cocida, se añade una fina capa de azúcar para quemarla con un soplete.
5- Salsa catalana
He aquí un surtido que es un acompañamiento perfecto para sus platos. Como ya se ha mencionado, el ajo es un ingrediente esencial en la cocina catalana y, en general, en el sur de Francia. Además del ajo, esta salsa se elabora con tomates asados, almendras o avellanas tostadas, pan duro mojado en vinagre, aceite de oliva, guindilla y vino blanco (según el lugar). El conjunto se mezcla y está listo para servirse delicadamente sobre carne, verduras a la parrilla o incluso pescado.
6- Ollada
Este contundente plato es una de las especialidades culinarias más conocidas de Perpiñán. La ollada es un guiso a base de carnes, verduras y legumbres. Entre las carnes destacan la ternera, el pollo y el cerdo. En cuanto a las verduras, alubias blancas, col, patatas y zanahorias son todo lo que necesita para este plato tradicional. El guiso se sirve sobre un caldo de fideos o arroz. Un consejo: evite este plato en verano si tiene planes durante el día, ¡podría sufrir las consecuencias!
7- Côtes du Roussillon
Ya sean blancos, rosados o tintos, los Côtes du Roussillon se pueden degustar durante todas las estaciones del año. Los vinos blancos de esta denominación son famosos por sus aromas frescos, afrutados y florales, excelentes con anchoas a la catalana. Los tintos, en cambio, tienen más cuerpo y son más especiados, y combinan muy bien con platos de ollada y carne. Por último, el rosado es idílico en verano, sin ningún acompañamiento particular.
8- Moscatel de Rivesaltes
Producido en la región vinícola del Rosellón, el moscatel es conocido por su dulzura y ligereza. Por sus aromas, es ideal como aperitivo frío o para acompañar un postre, como una ensalada de frutas.
9- Rousquille
Esta rosquilla se elabora con ingredientes locales: harina, azúcar, mantequilla y huevos, todo ello aromatizado con limón y anís. Después de hornearlo, se recubre con una gruesa capa de azúcar glas para darle un toque más goloso.
10- Berberechos a la catalana
Estos tradicionales pastelitos catalanes se pueden encontrar tanto dulces como salados. Su generoso sabor se debe a la adición de anís o azahar, muy popular en la región. Básicamente, se le añade fruta para darle aún más sabor.
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