Las 10 mejores especialidades culinarias de Montpellier

Puede que Montpellier sea una “ciudad regalada” para los franceses, pero la diversidad de su gastronomía merece ser más conocida. Paradójicamente, las habilidades culinarias de los artesanos y restauradores de Montpellier se han ido perfeccionando a lo largo de varios cientos de años. Siempre con el mayor respeto por los productos locales y de temporada.

Hoy en día, Montpellier es uno de los mejores exponentes de la gastronomía francesa, con una riqueza de recetas excepcionales.

Las especialidades de la región de Languedoc son igual de notables y variadas: mejillones, caracoles, carnes, guisos, quesos, sopa de pescado, mariscos y dulces centenarios… ¡No dará crédito a sus papilas gustativas! Comer en Montpellier es como volver al campo, a redescubrir los sabores y los métodos de preparación de antaño. Verdaderos tesoros de la más alta calidad.

Sorprendentemente, la tradición culinaria de Montpellier no la ha hecho impermeable a las influencias. Seguro que reconocerá el carácter rústico de la región de Languedoc combinado con influencias mediterráneas, ya sea al olfato o al gusto.

Los dulces finamente elaborados son también el orgullo de los pasteleros de la ciudad. Y los platos, cálidos o refinados, harán las delicias de todos los paladares, ¡si tiene curiosidad por descubrirlos!

Qué comer en Montpellier Nuestra selección de las mejores especialidades

¿Ha oído hablar de las Grisettes de Montpellier? Estos pequeños dulces caseros a base de miel y regaliz figuran entre los dulces más antiguos de Francia. Fue en la Edad Media, concretamente en 1150, cuando vieron la luz las primeras bolas negras, en la Facultad de Medicina de Montpellier. Las grisettes son el emblema de la gastronomía de Montpellier. Tanto es así, que mucha gente lo considera una golosina. No olvide meter una cajita en su equipaje: no encontrará un recuerdo más auténtico.

1 – Las Cagarolettes

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Una especialidad de Montpellier y receta de la abuela de Montpellier que todavía no es muy conocida… La preparación poco apetitosa de las cagalorettes es quizás la razón de esta falta de reconocimiento. Me explico: se trata de caracoles de Pisa, hervidos y aliñados con una vinagreta de hierbas y especias. Un entrante (o plato) que puede parecer tentador sobre el papel, pero que es temiblemente auténtico en la cocina. Además, te enganchará muy pronto: nos lo contarás todo.

2. Tielle Sétoise

spécialités Montpellier Tielles Sétoises

No espere a probar esta pequeña tarta picante, rellena de pulpo y salsa de tomate. No querrá perdérselo durante su estancia en Montpellier. Históricamente, las tielles eran un truco de los pescadores italianos para preparar una comida completa fácil de transportar y guardar. En la actualidad, la tielle es un plato típico de Sète, pero los habitantes de Montpellier no han tardado en adoptarlo.

3. Fougasse con buñuelos

spécialités Montpellier Fougasse aux fritons

Esta focaccia de hojaldre rellena de fritons de cerdo o pato se sirve tradicionalmente como aperitivo, o como entrante con ensalada. Es un plato delicioso y agradable, condimentado con ingredientes típicos del Languedoc como el romero, el tomillo y el aceite de oliva.

4. Macarronada

Originaria de la ciudad de Sète, la macaronade ha llegado a las mesas de Montpellier. Consiste en pasta y carne cocidas en salsa de tomate. Es una especie de variante de los macarrones de Sète, llamada simplemente “macaronade”. Se puede probar en cualquier lugar de Montpellier, pero no encontrará dos iguales. Cada uno añade su carne preferida y, a veces, incluso pescado. Pero el secreto mejor guardado de este plato es la salsa de tomate. Cada uno tiene su propia receta, y cada uno tiene la mejor, por supuesto.

5. Brasucade de mejillones

spécialités Montpellier Brasucade de moules

El litoral de Languedoc está lleno de estanques de agua salada donde abundan los mejillones. La brasucade es un plato festivo y generoso de mejillones cocinados a la leña en una gran fuente. Aromatizados con tomillo, romero, estragón, pimienta y aceite de oliva. Un plato que huele a verano, ¡seguro que está de acuerdo!

6. Chichoumeille

Este nombre tan irónico hace referencia a la ratatouille revisitada de la región de Languedoc. Para diferenciarlas, tenga en cuenta que en la chichoumeille el calabacín se sustituye por un pimiento y se cocina en una sartén en lugar de en una olla. Este suculento plato de verduras al sol, que suele prepararse en grandes cantidades, le reconfortará tras un largo día de turismo por Montpellier.

7. Las Escalettes

Esta oblea tradicional de Montpellier es una especialidad que data de hace más de 700 años. Puede reconocer la gran antigüedad de este dulce de peso pluma por la forma en que se hornea en moldes de hierro fundido. Se trata del antepasado de nuestras modernas gofreras, que le dan una forma plana y crujiente. Probablemente se enamorará de cada uno de los nueve sabores de Escalette, así como de su textura ligera. Tan finos que podría comérselos (casi) sin contarlos.

8. Oreillettes

spécialités Marseille Oreillettes Montpellier

Tradicionalmente consumidas durante la Cuaresma, estas pequeñas rosquillas tienen una masa fina y crujiente y están espolvoreadas con azúcar glas o en polvo. Los gourmets pueden estar tranquilos: las oreillettes son tan ligeras que no hay que preocuparse por la cantidad que se come.

9. Clapas de chocolate

spécialités Montpellier Chocolats Clapas

Probablemente el souvenir casero más sabroso de Montpellier. Reconocerá las Clapas por su forma cuadrada y su cobertura de chocolate blanco, con leche o negro. Su cara está adornada con una pequeña placa de color claro, a imagen de la estatua de las Tres Gracias de la plaza Comédie Aglaé. Tras el chasquido de la cáscara al morderla por primera vez, sucumbirá a su suave textura compuesta de feuillantine, crema de tourron y arroz partido.

10. Moscatel de Frontignan o Lunel

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crédito de la foto unsplash

En occitano, “moscatel” significa “almizclado”, “fragante”. Es un vino dulce y natural, un vino blanco elaborado a partir de uvas con aromas particularmente perfumados. Existen dos grandes centros de producción en la región de Montpellier: Frontignan, entre Sète y Montpellier, y Lunel, en la carretera de Nîmes. Puede degustarse como aperitivo o como acompañamiento de quesos o postres.

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