Las 10 mejores especialidades culinarias de Brest
Después de visitar el famoso faro de Portzic, la Oceanópolis o el Museo Marítimo Nacional, es hora de entrar en calor. Sí, ya se sabe que en Brest el sol juega al gato y al ratón. Pero no se preocupe, los amables bretones le harán olvidar todas sus preocupaciones.
1- Kouign-amann
Empezamos con buen pie. Si hay un postre que no debe perderse, es éste. El kouign-amann, que ya se ha convertido en un nombre familiar, hará las delicias de su paladar. Sin embargo, si no tolera la mantequilla, este dulce no es para usted. Elaborado con tanta mantequilla como harina y azúcar, el kouign-amann no le dejará indiferente. Si quiere comer el mejor kouign-amann, diríjase a una panadería artesanal.
2- Caramelo de mantequilla salada
Nunca agradeceremos lo suficiente a los bretones la invención del caramelo de mantequilla salada. Elaborado a base de azúcar caramelizado, crème fraiche y mantequilla salada, su textura y su incomparable sabor le dejarán en ósmosis. Puede estar seguro de que el caramelo de mantequilla salada acompañará cualquiera de sus postres. En macarrones, en las famosas crêpes bretonnes, en un gofre, en un helado o incluso en un pastel de hojaldre, encontrará caramelo de mantequilla salada en todas sus formas.
3- Paté Hénnaf
Abandonamos por un momento la mantequilla, ¡pero le prometo que hay otras especialidades esperándole! Creado en 1915 por Jean Hénnaf, este paté se elabora con las mejores partes de cerdos criados en Bretaña. Durante más de un siglo, la receta de este paté ha permanecido inalterada, lo que lo convierte en un producto histórico. En 2016, el paté Hénnaf recibió la etiqueta estatal “Entreprise du patrimoine vivant” (Empresa del patrimonio vivo), lo que pone de relieve su saber hacer. Esta empresa familiar es ahora propiedad de Loïc Hénnaf. Auténtica marca bretona, el paté Hénnaf es un producto imprescindible.
4- Sidra
Producto estrella de Bretaña, la sidra combina de maravilla con los crepes bretones. Este zumo de manzana, prensado y fermentado durante algunas semanas, ofrece una experiencia gustativa de renombre. Su sabor chispeante y refinado gusta a todo el mundo.
5- Crepes bretones
¡Por fin están aquí! Sin duda, el postre más popular de Bretaña, pero también de toda Francia y del mundo entero. Es imposible no encontrar una crêpe bretona en un restaurante. Para los más golosos, no dude en probar una crêpe bretonne con caramelo de mantequilla salada: es una auténtica obra maestra culinaria.
6- Cotriade bretona
Brest es una ciudad costera en la que abundan los platos de pescado y marisco. La cotriade bretonne es una sopa de diversos pescados, mariscos y crustáceos cuya receta varía según las estaciones. Por supuesto, todos los productos son locales y proceden de la subasta de pescado.
7- Ostras
Bretaña es tierra de ostras, famosas por su calidad y su sabor yodado. No en vano, las ostras de Cancale han sido incluidas en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO para 2019. Generalmente consumidas durante los periodos festivos como Navidad y Año Nuevo, las ostras pueden prepararse de diversas maneras. Aderezadas con un chorrito de zumo de limón, una suntuosa salsa de chalota, vinagre de vino o simplemente salpimentadas, disfrutará de las ostras en todo su esplendor. Y si quiere convertirse en un auténtico bretón, acompañe las ostras con un trozo de pan y mantequilla salada (¡no la mantequilla tradicional!) Acompañado de un vasito de vino blanco, es una auténtica delicia. Y, por supuesto, asegúrese de que la ostra sigue viva antes de comerla pinchándola con el cuchillo en el extremo. Si se rompe, ¡buen provecho!
8- Algas
Una especialidad bretona en plena expansión. Bretaña cuenta con la mayor producción de algas de Europa. Además de todos los beneficios que aportan, las algas se presentan bajo formas muy variadas e igualmente originales. Se pueden consumir cocidas como verdura o tostadas (ideales para el aperitivo). Reducidas a polvo, las algas pueden utilizarse como condimento y sustituir a la sal. Pero la forma más sorprendente de utilizar las algas es en las bebidas. Además de tés e infusiones elaborados con algas, ¡se puede encontrar una cerveza hecha con algas! Algo que hará las delicias de los amantes de la cerveza.
9- Kig ha farz
Auténtica especialidad bretona de Morlaix, al norte de Brest, el kig ha farz es un plato ancestral que se come sobre todo en invierno. Se prepara con jarretes de cerdo y ternera, tocino, zanahorias, coles, nabos y puerros. Parece el clásico pote-au-feu, pero hay dos ingredientes que lo hacen único. El primero es el trigo sarraceno, utilizado como harina para la ocasión. El otro ingrediente es la harina de trigo. Esta harina de trigo es famosa por su ternura. Este cálido plato combina de maravilla con sidra bretona o vino tinto.
10- Palet Breton
Terminemos este top con un toque de dulzor y, sobre todo, de mantequilla semisalada. Esta pequeña galleta redonda forma parte de la gastronomía bretona. Elaborada simplemente con yema de huevo, mantequilla semisalada, harina y azúcar, esta pequeña galleta es una auténtica delicia. Acompañado de una taza de té o café, el palet breton le pondrá de buen humor para empezar el día.
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