Las 10 mejores especialidades culinarias de Bratislava

Bratislava, capital de Eslovaquia. Si se pregunta qué tipo de comida ofrece este país, debe saber que su gastronomía es especialmente rica. Las especialidades reflejan las distintas influencias de países vecinos como Alemania y Hungría. Así que, en un solo bocado, puede hacer un viaje culinario. La cocina eslovaca se define como “rica” y “colorida”. Con platos y recetas ancestrales transmitidos de generación en generación. Para deleite de todos. Descubra en este artículo algunos de los platos nacionales que no debe perderse si hace escala en la capital.

Qué comer en Bratislava Nuestras 10 mejores especialidades.

1 – Kapustnica

En primer lugar, debe saber que en Eslovaquia, y más concretamente en Bratislava, las sopas son parte integrante de las comidas. Si acude a un restaurante de la ciudad, no es raro encontrar entre los primeros platos la “kapustnica”, la sopa estrella de la cocina eslovaca. Lleva salchichas ahumadas con chucrut mezclado con pimentón. También nos gusta añadir trozos de codillo de cerdo con setas, e incluso trocitos de ciruela… Sí, ha leído bien. El sabor sería exquisito. Sírvelo con unas rebanadas de pan y ¡listo!

2. Bryndzové Halušky

Después de la sopa nacional, es hora de presentarte el plato nacional: bryndzové halušky. Una palabra difícil de pronunciar, pero tan fácil de comer que es una auténtica delicia para el paladar. ¿Se imagina lo que son los ñoquis? Pues es prácticamente el mismo concepto. Patatas al agua hechas con queso blanco de oveja llamado “Bryndza”, mezcladas con tocino asado o salchichas ahumadas. Antiguamente, era el plato preferido de la nobleza. Es fácil de cocinar y, en general, gusta a todo el mundo.

3. Juniperus

Tras sus tradiciones ancestrales, Eslovaquia ha desarrollado un gran patrimonio vinícola. Tanto es así que el fruto recogido a mano y destilado artesanalmente está considerado como el mejor brandy que se puede probar. ¿Qué recomendamos? Juniperus” suele ser el favorito de los turistas. Hay que decir que la fermentación de las bayas de enebro utilizadas en su elaboración resulta especialmente deliciosa al paladar. Esta bebida se servía antiguamente en la corte del mítico emperador de Austria, Hungría, y según algunos expertos, tiene muchas virtudes.

4. Bábovka

¿Sabe con qué acompañaría perfectamente su copa de Juniperus? Una generosa rebanada de Bábovka, un pastel tradicional checo muy popular en Eslovaquia y su capital. La versión más común es similar a una tarta marmolada, y la combinación de vainilla y chocolate es absolutamente divina. La pasta dulce hace que la lengua se retuerza suavemente, antes de estremecer todo el cuerpo. Es un plato refinado al que es difícil resistirse. A algunos les gusta añadirle pasas o almendras remojadas en ron. ¡Qué rico!

5. Zemiaková Packa o Harula

Este plato le encantará por su sencillez y su sabor. Zemiaková Packa no es más que una tortita de patata hecha con trozos de patata rallada que se han pasado por la sartén. Aunque generalmente se comen solas, a los gourmets les gusta añadirles un montón de ingredientes diferentes: cebollas, huevos, un poco de pimentón o incluso trozos de carne. Un auténtico festival de sabores. Dulce y crujiente al mismo tiempo, este pequeño manjar es extremadamente fácil de cocinar y gusta por igual a grandes y pequeños.

6. Oštiepok

¿A alguno de nuestros lectores le gustan los productos lácteos? ¿Le encanta el queso? Pues a nosotros también. Es increíble lo mucho que tenemos en común. Si tienes hambre por la tarde, ¿por qué no te cortas una deliciosa rebanada de pan con un trozo de queso delicadamente colocado encima? No busque más, el oštiepok. Está claro que no podrá resistirse a este queso blando que se derrite en la boca. Este queso tradicional, elaborado con leche de oveja ahumada, está muy extendido por toda Eslovaquia. Seguro que lo pruebas tarde o temprano, ¡y no te decepcionará!

7. Guláš

El guláš, o más comúnmente conocido como “gulash”, es una sopa a base de carne de vacuno. Cuenta la leyenda que antaño era el plato de una familia campesina. Más tarde, pasó a formar parte de la gastronomía burguesa, y ahora es uno de los platos más populares de todo el país. ¿Qué nos gusta del gulash? La divina combinación de carne, verduras, setas y especias. Un color agradable a la vista, un olor que hace la boca agua, en parte debido a las mezclas de especias y la carne, y un sabor explosivo en el paladar. ¿Qué más se puede pedir?

8. Mohnnudeln

La gastronomía eslovaca es producto de diversas influencias. Por eso no sorprende encontrar en este ranking un plato salido directamente de la cocina bohemia y austriaca. Los Mohnnudeln, que en alemán se traduce como “fideos de amapola”, se sirven con mantequilla derretida y semillas de amapola molidas, que dan al plato su color negro. Muy interesante, ¿verdad? Una auténtica delicia para el paladar, que suele tomarse como plato principal. Sin embargo, ¡algunos llegan a tomarlo como postre! Es una especialidad bastante fácil de cocinar en casa, y a los niños les encanta ayudar a moler las amapolas.

9. Alcohol eslovaco

Si alguna vez pasea por las calles de Bratislava, haga una pequeña pausa junto a la terraza de un encantador café. Allí, déjese tentar por una deliciosa cerveza tradicional de la que los bratislavos tienen el secreto. La elección es suya: “Steiger”, “Topvar” o Corgoň… Hay para todos los gustos. Hay mezclas dulces de peras y ciruelas, así como licores elaborados con plantas de montaña. El alcohol está bien integrado en los hábitos culinarios del país, y es frecuente encontrarlo a la hora de comer o por la noche en las mesas de comedor. Lejos de la idea de emborracharse, el objetivo es sobre todo saborear lentamente un plato refinado preparado con esmero.

10. Pirohy

Completemos nuestra apetitosa lista con un poco de dulzura. Venga a descubrir el Pirohy, una especie de ravioli tradicionalmente relleno de mermelada (muy a menudo de arándanos), y a veces incluso de requesón de oveja. Pero aunque es un postre absolutamente exquisito, el pirohy también puede ser un plato interesante para disfrutar. Se puede combinar con una gran variedad de rellenos. El mejor es con trozos de patata mezclados con beicon ahumado. Entonces, ¿está enganchado?