Las 10 mejores especialidades culinarias de Angers

Angers ha sido elegida dos veces la mejor ciudad para vivir, y con razón. Además de ser una ciudad muy atractiva para los estudiantes, la ciudad de Maine-et-Loire (49) es una auténtica joya. El encanto de esta ciudad puede representarse en La Maine, que divide Angers en dos partes. El estilo inconfundible del casco antiguo y del antiguo hospital Saint-Jean le harán retroceder varios siglos.

Un viaje a Angers no estaría completo sin probar las especialidades locales. Hay un gran número de tradiciones. Quesos, setas, postres, carnes, vinos, licores… ¡en Angers hay para todos los gustos!

1- Galipettes de Anjou

Este original nombre se da a una variedad de setas típicas de la región de Anjou. Se parecen mucho a los champiñones, pero son mucho más grandes. En los restaurantes, encontrará galipettes d’Anjou rellenas en la carta. El relleno contiene chalotas, crème fraîche, sal, mantequilla y perejil. Este plato puede tomarse como aperitivo, guarnición o entrante. Un vino tinto es un buen acompañamiento. El nombre de galipette d’Anjou procede del hecho de que, cuando estas setas crecen, se vuelven pesadas y se desprenden del suelo para rodar.

2- Cul de veau à l’angevine

A pesar de su nombre engañoso, esta receta hará la boca agua a más de uno. El cul de veau es una pieza de carne gruesa, pero muy tierna, situada entre el muslo y la región lumbar. Es una carne de la mejor calidad. Este plato se prepara con un bouquet garni, cebollas, zanahorias, corteza de cerdo, crème fraîche y vino blanco seco de Anjou. Es un plato muy popular en la región y muy apreciado por los lugareños.

3- Los bottereaux

Pasemos a los dulces. Los más golosos no dejarán pasar la oportunidad. Quizá no le suene el nombre de “botteraux”, pero seguro que los ha comido alguna vez. ¿Una pista? El carnaval. Si aún no tiene ni idea, los bottereaux se llaman de distintas maneras según la región. Nosotros los llamamos “bugnes”, “merveilles” o “roussettes”. Estos pequeños buñuelos a base de azúcar, huevos, harina, mantequilla y azahar (o ron) son un orgasmo culinario.

4- Quernons de pizarra

Atención, amantes de la buena mesa. Los Quernons d’ardoises son parte integrante del patrimonio inmaterial de la región de Anjou. Trozos de nougatine caramelizados con almendras, todo ello recubierto de chocolate azul, ¿quién no querría probarlos? René Maillot, el creador de este chocolate, quiso hacer un pequeño guiño a su ciudad, representando las pizarras que cubren las casas de Anjou.

5- Cabernet de Anjou

Sin duda uno de los vinos rosados más populares de la región, y es aún mejor cuando se disfruta al sol en la Place du Ralliement. Dulce o semiseco, el Cabernet d’Anjou colmará sus expectativas. La mayor parte de las uvas de este vino rosado proceden del departamento de Maine-et-Loire, lo que le ha valido la etiqueta AOC (Appellation d’Origine Contrôlée).

6- Crêmet d’Anjou

Una lista sin el Crêmet d’Anjou sería una omisión vergonzosa. Este famoso postre de Anjou, que data de hace más de dos siglos, es suculento y muy refinado. Su forma de corazón hará que se enamore de este dulce de un solo bocado. Elaborado con nata fresca, azúcar, vainilla (se puede sustituir la vainilla por frambuesa o limón), clara de huevo y una pizca de sal, este postre suele acompañarse de un coulis de frutos rojos, miel o simplemente chocolate caliente.

7- La Gouline

Una combinación de productos locales en una tarta, algo tentador, ¿verdad? Es el caso de la Gouline de Anjou. Esta tarta se elabora con chalotas IGP (Indicación Geográfica Protegida), cultivadas desde el siglo XVII en la región de Anjou; Tomme d’Anjou; setas de Saumur; trozos de panceta de cerdo conocidos como rillauds; y Chenin Blanc, un conocido vino blanco de la región de Anjou.

8- La oca de Anjou

Si se aloja en Angers durante las fiestas, no tiene excusa para no probar la oca de Anjou. Además, la oca de Anjou es la única que cuenta con una IGP. Razón de más para probar este plato tan agradable. Asada, la oca se combina de maravilla con patatas o castañas. Y como estamos en época de fiestas y los habitantes de Anjou saben darse un capricho, una botella de vino tinto o blanco nunca está de más.

9- Paté de ciruelas

Déjeme tranquilizarle desde el principio, la palabra paté es engañosa. No se trata de un paté tradicional al que estás acostumbrado a untar en un buen trozo de pan. En este caso, es un postre, parecido a una tarta dulce. Y es muy popular entre los lugareños. Para preparar esta receta, nada mejor que las ciruelas de Anjou greengage. Encontrará esta tarta sin las ciruelas deshuesadas, sólo tiene que comerla y disfrutar.

10- Cointreau

Después de degustar todas estas especialidades, ¿qué mejor que un buen digestivo? Este licor debe su nombre a su creador, Edouard Cointreau. Este licor se elabora a partir de la piel seca de naranjas amargas y dulces, lo que le confiere un sabor muy sorprendente. Pero tenga cuidado de no pasarse, ya que los 40 grados de alcohol pueden enrojecerle un poco la nariz.