Feria de Córdoba: ¡Andalucía está de fiesta!
El ruido, las multitudes, los colores, la música, el baile… eso es Andalucía. En cualquier época del año, a la gente le encanta la fiesta en esta gran región del sur de España. Y sería interminable enumerar todos los acontecimientos que tienen lugar aquí. Sin embargo, nadie nos impide darle los nombres de algunos de estos acontecimientos festivos, como la Feria de Córdoba o la Feria de Nuestra Señora de la Salud, para los más entendidos.
A punto de finalizar el mes de mayo, Córdoba se vuelca con esta fiesta que se celebra en honor a la patrona de la ciudad. Jinetes, gitanos, flamencos con traje de fiesta y visitantes de todo el mundo se dan cita durante una semana de fiesta orgullosamente andaluza.
De sol a sol, la pasión y el fervor de la Feria de Córdoba son incesantes. Y nadie, realmente nadie, quiere que termine.
Todo lo que debe saber sobre esta feria
Desde ayer…
La Feria de Córdoba, que reúne cada año a varios cientos de miles de participantes nacionales y extranjeros, cuenta ya con varios siglos de existencia. Unos 9 para ser exactos.
Sus orígenes se remontan a la época de la conquista castellana, cuando el rey Sancho IV concedió al Concejo de Córdoba el derecho a organizar una feria de ganado dos veces al año. La primera tenía lugar en Cincuesma (Pentecostés) y la segunda el primer día de Cuaresma.
No fue hasta 1665 cuando la fiesta adoptó el nombre de Nuestra Señora de la Salud. En ese año, dos campesinos se toparon con la imagen de una pequeña Virgen en el fondo de un pozo, cuyas aguas parecían tener el poder de curar a los enfermos. Para conmemorar el acontecimiento, se erigió una modesta ermita en el mismo lugar del hallazgo, la Puerta Sevilla, que más tarde se convirtió en feria .
Adaptada y reubicada en varias ocasiones, la Feria de Córdoba se trasladó finalmente al recinto ferial de El Arenal en 1994. Este último traslado geográfico le proporcionó lo que siempre le había faltado hasta entonces. Espacio.
… hasta nuestros días
Desde 1284 hasta la década de 2020, el tiempo y la mentalidad han contribuido a la evolución de la celebración. La Feria de Nuestra Señora de la Salud, más conocida como Feria de Córdoba, sólo ha conservado de su pasado religioso el nombre. En la actualidad, es una gran fiesta popular que se celebra la última semana de mayo, con conciertos, bailes, corridas de toros, etc., y con la que la ciudad pone el broche de oro a 31 días de festejos.
Como una tradición dentro de la tradición, la Feria de Córdoba abre sus puertas a un concurso de carteles cada vez que se celebra. En sus inicios, el escudo de la ciudad era el protagonista de los proyectos artísticos. Pero desde el siglo XIX, el Ayuntamiento anima a los artistas a dar rienda suelta a su imaginación.
Un amplio abanico de espectáculos
Durante la Feria de Córdoba, niños, jóvenes y mayores buscan una cosa: diversión. Y, como es lógico, no faltan formas de hacerlo.
El folclore como protagonista
En los ordenados callejones del recinto ferial de El Arenal, requisado para la ocasión, la diversión procede principalmente de las numerosas casetas (alrededor de 100) apiladas unas contra otras. Son las llamadas casetas.
Abiertas al público de forma gratuita, a menos que se especifique lo contrario, estos grandes pabellones son el lugar perfecto para disfrutar de una auténtica fiesta. Espectáculos de flamenco y sevillanas y demostraciones de trajes típicos son ejemplos perfectos. Sin olvidar todos aquellos en los que la gastronomía local y nacional está a la orden del día.
Aunque son lugares de reunión efímeros, las casetas se arreglan cuidadosamente para la semana de celebración. Los colores, farolillos, macetas y demás ornamentos son muy tradicionales. Estos detalles se tienen muy en cuenta, ya que cada año se celebra un concurso para elegir la más bonita de todas.
Además de las casetas , los visitantes tendrán otras oportunidades de conocer la cultura andaluza. En plena feria, es raro no asistir a una corrida de toros. Y la de Córdoba no es una excepción. Estos espectáculos taurinos tienen lugar en la plaza de toros “Los Califas” y están supervisados por los matadores más populares del momento.
Pero si no le gusta esta tradición, que a menudo termina con la muerte de los toros, quizá prefiera los desfiles de guardias a caballo. Libres de toda violencia, estos desfiles son uno de los momentos más destacados de la Feria de Córdoba.
O sólo un foco de atención
Además del folclore, otras actividades y momentos de euforia contribuyen a hacer de la Feria de Córdoba una semana de pura efervescencia.
El pistoletazo de salida oficial a las fiestas lo suele dar el encendido del alumbrado de las casetas del recinto ferial y de la portada. A continuación se lanzan los fuegos artificiales.
Por último, para los amantes de las emociones fuertes, el miércoles, Día del Niño, no puede faltar el parque de atracciones, con sus vistosas atracciones iluminadas a precio reducido.
¿Cómo llegar a la Feria de Córdoba?
Como le dirá cualquiera que haya asistido al menos una vez, la Feria de Córdoba no se celebra en pleno centro histórico.
Su ubicación exacta le resultará familiar: el recinto ferial de El Arenal. En un plano de la ciudad, esto le sitúa en la orilla opuesta al moderno museo “Centro de Creación Contemporánea de Andalucía”. Es decir, a unos 3 km de la Plaza de la Corredera.
Se puede llegar en cualquier medio de transporte. Sólo es cuestión de elegir.
El autobús
Todos los años, durante la Feria, la empresa de autobuses Aucorsa realiza 13 rutas especiales entre los distintos barrios de Córdoba y el recinto ferial de El Arenal. Al caer la tarde, el servicio continúa con autobuses especiales que circulan hasta altas horas de la madrugada. Los billetes cuestan entre 1,30 y 1,60 euros, según se viaje a primera o última hora del día.
En coche
Acudir a la Feria de Córdoba en coche es una opción perfectamente factible. Sobre todo para quienes llegan desde las afueras de la ciudad, o incluso desde más lejos. El Ayuntamiento ha habilitado varios aparcamientos cerca del recinto ferial. El mayor de ellos se encuentra al otro lado de la autovía, muy cerca del estadio Nuevo El Arcángel.
A pie
¿Le gusta utilizar las piernas en la mayoría de sus desplazamientos? Entonces no le importará caminar hasta la Feria de Córdoba. Partiendo del casco histórico, el recorrido es un juego de niños. Tendrá que caminar a orillas del Guadalquivir, cruzar el Puente Romano de Córdoba y después el Puente del Arenal, antes de llegar a una de las entradas de la feria.
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