¿Cuáles son los pueblos más bonitos para descubrir en los Alpes Marítimos?

1. El encanto medieval de Tourrettes-sur-Loup
Encaramado en un acantilado que domina el valle del Loup, Tourrettes-sur-Loup es un pueblo medieval que conserva todo el encanto de antaño. Sus calles estrechas y sinuosas, bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores y tejados de tejas, invitan a pasear. El pueblo también es famoso por las artes y oficios que han hecho de él su hogar, así como por su cultivo de violetas, que se celebra todos los años en marzo.
No se pierda la visita al castillo feudal que domina el pueblo y ofrece unas vistas excepcionales del valle y las montañas circundantes. Y si le gusta el senderismo, desde el pueblo parten numerosos senderos para descubrir la belleza salvaje del interior.
2. Gourdon, el nido de águilas de los Alpes Marítimos
Dominando el valle del Loup, Gourdon recibe el sobrenombre de “nido de águilas” por su situación excepcional a más de 700 metros de altitud. Este pueblo medieval está catalogado como uno de los más bellos de Francia y ofrece impresionantes vistas panorámicas de la Costa Azul y las montañas circundantes.
Pasee por las estrechas y empinadas calles, admire las casas de piedra con tejados de tejas y descubra el patrimonio histórico del pueblo, incluido el castillo fortificado del siglo XI. Y si es un amante de los perfumes, no deje de visitar la fábrica de perfumes del pueblo, que produce esencias florales utilizadas por las principales casas de perfumes de Francia.
3. La tranquilidad provenzal de Cabris
Cabris es un típico pueblecito provenzal, encaramado en un peñasco rocoso con vistas ininterrumpidas al mar Mediterráneo y a las montañas circundantes. Sus calles estrechas y sinuosas, bordeadas de bonitas casas decoradas con flores, invitan a pasear y relajarse.
No deje de visitar la iglesia de Sainte-Marie-Madeleine, del siglo XVI, y el castillo de Cabris, del siglo XVIII. Y si le gusta caminar, el pueblo está rodeado de numerosos senderos que le permitirán descubrir la belleza del interior de la Provenza.
4. El pueblo de Biot, cuna de la cristalería
Enclavado en un entorno verde, Biot-Village es famoso por sus talleres de fabricación de vidrio. Este pueblo medieval conserva todo el encanto de antaño, con sus callejuelas estrechas y sinuosas bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores.
Visite los talleres de los maestros vidrieros y descubra los secretos de la fabricación de los famosos jarrones de Biot. Y no se pierda la visita al museo nacional Fernand Léger, que alberga una importante colección de obras de este gran artista del siglo XX.
5. Haut-de-Cagnes, refugio de artistas
Encaramado en una colina que domina la ciudad de Cagnes-sur-Mer, Haut-de-Cagnes es un pueblo medieval que ha conservado todo su encanto de antaño. Sus calles estrechas y sinuosas, bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores, han atraído a numerosos artistas a lo largo de los años.
Visite el museo Renoir, ubicado en la villa donde el famoso pintor pasó los últimos años de su vida, y descubra las obras que realizó en la zona. Y no se pierda el castillo Grimaldi, que alberga un museo de historia local.
6. Saint-Paul-de-Vence, el pueblo de las estrellas
Saint-Paul-de-Vence es sin duda uno de los pueblos más conocidos de los Alpes Marítimos. Este pueblo medieval, encaramado en una colina, es famoso por su fundación Maeght, uno de los principales museos de arte contemporáneo de Europa, y por atraer a numerosas celebridades, entre ellas el famoso actor Yves Montand.
Pasee por las estrechas y sinuosas calles repletas de galerías de arte y boutiques de lujo, y descubra el encanto único de este pueblo. No se pierda la visita a la Fundación Maeght, que alberga una importante colección de arte contemporáneo.
7. La Roquette-sur-Var, el pueblo cuna provenzal
Encaramado en una colina, La Roquette-sur-Var es un pequeño pueblo típicamente provenzal con impresionantes vistas sobre el valle del Var. Sus calles estrechas y sinuosas, bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores, le dan un aire de cot provenzal.
Visite la iglesia de Saint-Pierre, del siglo XVII, y descubra el encanto único de este pueblo. Y si le gusta caminar, desde el pueblo parten numerosos senderos para descubrir la belleza salvaje del interior.
8. Peillon, el pueblo de la colina
Encaramado en un promontorio rocoso, Peillon es un pueblo medieval que conserva todo el encanto de antaño. Sus calles estrechas y sinuosas, bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores, invitan a pasear y relajarse.
No deje de visitar la iglesia Sainte-Philomène, del siglo XVIII, y el castillo de Peillon, del siglo XIII. Y si le gusta caminar, desde el pueblo parten numerosos senderos para descubrir la belleza del interior.
9. Coaraze, el pueblo del sol
Apodado “el pueblo del sol” por su excepcional insolación, Coaraze es un típico pueblecito provenzal enclavado en la montaña. Sus calles estrechas y sinuosas, bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores, invitan a pasear y relajarse.
Visite la iglesia de Saint-Jean-Baptiste, del siglo XVII, y descubra las numerosas obras de arte contemporáneo repartidas por el pueblo, de artistas famosos como Jean Cocteau y Pablo Picasso. Y si le gusta caminar, desde el pueblo parten numerosos senderos para descubrir la belleza del interior.
10. Eze-Village, la perla de la Costa Azul
Encaramado en un espolón rocoso a más de 400 metros sobre el nivel del mar, Eze-Village ofrece impresionantes vistas panorámicas del mar Mediterráneo. Este pueblo medieval está catalogado como uno de los más bellos de Francia y es una de las joyas de la Costa Azul.
Pasee por las estrechas y empinadas calles repletas de boutiques de lujo y galerías de arte, y descubra el exótico jardín que domina el pueblo. No se pierda una visita a la perfumería del pueblo, que produce esencias florales utilizadas por las principales casas de perfumes de Francia.
11. Saint-Agnès, el pueblo fortificado más alto de Europa
Situado a más de 800 metros de altitud, Saint-Agnès es el pueblo fortificado más alto de Europa. Este pueblo medieval ofrece excepcionales vistas panorámicas del mar Mediterráneo y las montañas circundantes.
Visite el fuerte de Saint-Agnès, construido entre 1932 y 1938 para proteger la frontera francesa, y descubra el patrimonio histórico del pueblo, incluida la iglesia de Saint-Agnès, del siglo XI. Y si le gusta caminar, desde el pueblo parten numerosos senderos para descubrir la belleza del interior.
12. Gorbio, el pueblo de los olivos
Enclavado en un valle rodeado de olivos, Gorbio es un típico pueblo provenzal que conserva todo su encanto de antaño. Sus calles estrechas y sinuosas, bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores, invitan a pasear y relajarse.
Visite la iglesia de Saint-Barthélemy, del siglo XII, y descubra el patrimonio histórico del pueblo, como el castillo de Gorbio, del siglo XV. Y si le gusta el senderismo, desde el pueblo parten numerosos senderos que le permitirán descubrir la belleza del interior.
13. Lucéram, el pueblo de las 100 cunas
En lo alto de una colina, Lucéram es un pueblo medieval que conserva todo el encanto de antaño. Sus calles estrechas y sinuosas, bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores, invitan a pasear y relajarse. El pueblo es famoso por su ruta de las cunas, con más de 100 cunas repartidas por todo el pueblo.
Visite la iglesia de Sainte-Marguerite, del siglo XIII, y descubra el patrimonio histórico del pueblo, incluida la torre del reloj, del siglo XIV. Y si le gusta caminar, desde el pueblo parten numerosos senderos para descubrir la belleza del interior.
14. Saint-Martin-Vésubie, la “Pequeña Suiza de Niza
Situado en el corazón del Parque Nacional del Mercantour, Saint-Martin-Vésubie recibe el sobrenombre de la “Pequeña Suiza de Niza” por su paisaje montañoso. Este pueblo medieval está rodeado de montañas y bosques, lo que constituye un marco ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza.
Visite la iglesia de Saint-Martin, del siglo XVII, y descubra el patrimonio histórico del pueblo, incluido el castillo de la Palud, del siglo XV. Y si le gusta el senderismo, desde el pueblo parten numerosos senderos que le permitirán descubrir la belleza del Parque Nacional del Mercantour.
15. Saorge, el pueblo encaramado en un saliente rocoso
Encaramado en un espolón rocoso, Saorge es un pueblo medieval con excepcionales vistas panorámicas sobre el valle del Roya. El pueblo ha conservado todo su encanto de antaño, con callejuelas estrechas y sinuosas bordeadas de casas de piedra con contraventanas de colores.
Visite la iglesia de Saint-Sauveur, del siglo XVII, y descubra el patrimonio histórico del pueblo, incluido el monasterio de Saorge, del siglo XVII. Y si le gusta el senderismo, desde el pueblo parten numerosas rutas para descubrir la belleza del interior.
En resumen, los Alpes Marítimos están llenos de pueblos pintorescos, cada uno con su encanto particular. Ya sea amante de la historia, del arte, de la naturaleza o simplemente en busca de tranquilidad, seguro que encontrará lo que busca entre estas joyas escondidas. Así que no dude en aventurarse fuera de los caminos trillados y descubrir estas maravillas en su próxima visita a los Alpes Marítimos.
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