¿Cuáles son los 5 pueblos más bonitos del Vercors?
El Vercors, situado entre los Alpes y el valle del Ródano, es una región que atrae a muchos visitantes gracias a sus grandiosos paisajes, su excepcional flora y fauna y, por supuesto, sus pintorescos pueblos. Echemos un vistazo a cinco de los pueblos más bonitos del Vercors, encantados por su encanto y su historia.
1. Pont-en-Royans, un pueblo medieval con una arquitectura única
Pont-en-Royans es un pueblo medieval situado en el corazón del Vercors, a orillas del río Bourne. El pueblo es famoso por su arquitectura única, caracterizada por casas colgantes con fachadas de colores construidas sobre pilotes. Estas casas, que datan del siglo XVI, atestiguan el rico pasado histórico de Pont-en-Royans, y hacen de este pueblo una visita obligada en el Vercors.
Pasee por sus callejuelas empedradas y descubrirá curiosidades como la fuente de Serruriers, el puente de Coche o la Puerta de la Villa. Y no se pierda el Museo del Agua, que recorre la historia del agua y su utilización en la región. Por último, para los amantes de la naturaleza, las cercanas gargantas de Bourne ofrecen magníficas vistas panorámicas y numerosas posibilidades para practicar senderismo.
2. Saint-Antoine-l’Abbaye, una joya histórica en el corazón del Vercors
Saint-Antoine-l’Abbaye es un encantador pueblo del Vercors, clasificado como uno de los “Pueblos más bonitos de Francia”. Su excepcional patrimonio histórico lo convierte en una visita obligada de la región. El pueblo está dominado por la imponente abadía medieval de Saint-Antoine, fundada en el siglo XI y que hoy alberga un museo de arte sacro y un centro cultural.
Pasee por las calles empedradas y admire las magníficas mansiones de piedra, las casas con entramado de madera y las encantadoras plazas llenas de flores. No deje de visitar la iglesia de Saint-Antoine, obra maestra del arte gótico, y el jardín medieval, remanso de paz donde se cultivan plantas medicinales y aromáticas. Para los amantes del senderismo, el sendero del Mont Pilat ofrece magníficas vistas panorámicas del Vercors y los Alpes.
3. Cognin-les-Gorges, un pueblo típico del Dauphiné
Situado en el valle del Isère, Cognin-les-Gorges es un pueblo típico del Dauphiné cuyos orígenes se remontan a la época romana. Rodeado de acantilados calcáreos y atravesado por el río Isère, el pueblo ofrece un entorno natural excepcional y numerosas posibilidades para practicar senderismo.
Pasee por sus estrechas y sinuosas calles y admire las hermosas casas de piedra, los lavaderos y las fuentes que atestiguan el pasado histórico del pueblo. No se pierda la visita a la iglesia románica de Saint-Pierre, del siglo XII, que alberga magníficos frescos y una extraordinaria estatua de la Virgen con el Niño. Para los amantes de las emociones fuertes, la cercana zona de escalada de las gargantas del Isère ofrece un amplio abanico de rutas para todos los niveles.
4. La Sône, pintoresco pueblo a orillas del Isère
La Sône es un pueblecito encantador a orillas del Isère, en el corazón del Vercors. Su entorno natural intacto, sus callejuelas estrechas y sus casas de piedra le confieren un encanto innegable. La Sône también es famoso por su castillo, que data del siglo XIV y domina majestuosamente el pueblo.
El castillo de La Sône, hoy convertido en museo, alberga una colección de obras de arte y objetos históricos que atestiguan la riqueza cultural de la región. Al pasear por el pueblo, no deje de visitar la iglesia de Saint-André, un edificio románico del siglo XII con una vista impresionante sobre el valle del Isère. Para los amantes del senderismo, el sendero del Pas de l’Allier recorre los impresionantes paisajes del Vercors y ofrece vistas panorámicas del valle.
5. Méaudre, un pueblo de montaña con auténtico encanto
Méaudre es un encantador pueblo de montaña situado a 1.000 metros de altitud, en el corazón del Parque Natural Regional de Vercors. Rodeado de vastos bosques y verdes prados, el pueblo ofrece un marco ideal para los amantes de la naturaleza y los deportes al aire libre.
El pueblo de Méaudre posee una arquitectura tradicional típica de los pueblos de montaña del Vercors, con sus casas de piedra y madera, sus tejados de lauze y sus calles empedradas. No deje de visitar la iglesia Saint-Jean-Baptiste, edificio barroco del siglo XVIII, y el horno comunal, vestigio del pasado histórico del pueblo. En verano, Méaudre ofrece una amplia gama de actividades como senderismo, bicicleta de montaña y equitación, mientras que en invierno, la estación de esquí de Méaudre ofrece pistas para todos los niveles y una zona nórdica para practicar esquí de fondo y raquetas de nieve.
En conclusión, el Vercors es una región rica en pueblos pintorescos cargados de historia. Ya sea amante de la arquitectura, la naturaleza o el deporte, seguro que encuentra lo que busca en uno de estos cinco magníficos pueblos. No dude en descubrirlos en su próxima visita al Vercors.
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