Muelle Cyrano

Imposible pasar desapercibido, aquí está el muelle Cyrano. Este complejo de reciente creación combina cultura, vino y turismo en un espacio dedicado de 150 m2. Aquí encontrarás la Oficina de Turismo, pero en el piso de arriba también está la Casa del Vino, donde podrás descubrir las mejores variedades de uva y botellas. Todo el espacio está dominado por una terraza panorámica con vistas al Dordoña, donde podrás disfrutar de tus descubrimientos locales. En el muelle Cyrano, hay dos salas, lo que significa dos ambientes. Tras la modernidad de la zona de vinos y degustación, puedes descubrir la calma y el encanto bucólico del claustro de los Récollets. Cuando se construyó, en 1630, el claustro formaba parte de un convento franciscano. Se instalaron en Bergerac con la idea de reavivar la fe católica en esta ciudad protestante, considerada la capital del calvinismo en Périgord. Como orden mendicante, los monjes no cosecharon gran cosa y permanecieron pobres y mal alojados hasta que Luis XIII les concedió este jardín para construir su convento. Con pocos recursos, consiguieron construir un conjunto armonioso. Pero su plan no funcionó. Durante la Revolución, los monjes se vieron obligados a marcharse. Sea como fuese, nos dejaron un lugar encantador. Con sus balcones de madera, sus columnas de piedra y su árbol centenario, este conjunto es una imagen emblemática de la ciudad.