Jardines del Palacio

¿Quién podrá acceder en unos segundos a uno de los lugares más mágicos de Albi? ¡Tienes suerte, eres tú! Pero para ello, tendrás que bajar estos pocos escalones y girar a la izquierda hasta llegar a una terraza panorámica. Con vistas al río Tarn, ahora podrás contemplar un cuadro de gran belleza. ¡Prepárate para sorprenderte! El primer arzobispo de Albi fue especialmente responsable de la creación de esta obra maestra de la naturaleza, ya que supo aprovechar el terreno que antes ocupaba un antiguo patio de armas. La transformación fue tal que, a finales del siglo XVII, el ambiente militar se había esfumado y habían nacido los encantos de un jardín ornamental al estilo francés. Este espectáculo visual de arabescos de boj y bordados florales no sería tan bello sin el meticuloso trabajo del único jardinero de guardia, obligado a mantener la parcela sin utilizar ningún producto químico. Por su historia, su encanto y su diversidad botánica, los jardines del palacio han recibido el sello francés de “Jardín Notable”, una distinción de calidad que reconoce la belleza de estos espacios verdes privados y públicos. Sin duda, muchos de ustedes no esperaron a que termináramos nuestras explicaciones para tomar un montón de fotos. Les prometemos que no te lo reprocharemos; de hecho, te entendemos perfectamente. Ya sea hacia la orilla del Tarn o un ángulo bajo desde el inmenso campanario de la catedral, ¡ya tienes tu próxima foto!