6 paseos para descubrir Ámsterdam en bicicleta

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Ámsterdam y la bicicleta es una historia de amor que dura ya décadas. Con más de 400 kilómetros de carril bici y casi 880.000 bicicletas para 850.000 habitantes, la capital holandesa es sin duda la ciudad de las dos ruedas por excelencia. Montar en bicicleta para visitar Ámsterdam no es sólo un medio de transporte, es una auténtica experiencia cultural que le permitirá fundirse con la vida local y descubrir la ciudad como un auténtico Amstellodammers.

Tanto si es un ciclista experimentado como si simplemente disfruta de un paseo tranquilo, Ámsterdam ofrece multitud de rutas para todos los niveles. Desde los románticos canales del centro histórico hasta las vastas extensiones verdes de Waterland, los barrios bohemios y las tranquilas orillas del Amstel, cada paseo en bicicleta revela una faceta diferente de esta fascinante ciudad. Pedalear por los canales declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cruzar el famoso Vondelpark o explorar la campiña de los alrededores son experiencias inolvidables que le esperan.

En este artículo le ofrecemos una selección de 6 rutas ciclistas imprescindibles para descubrir Ámsterdam en su máxima expresión. Cada ruta ha sido cuidadosamente elegida para ofrecerle una experiencia única, combinando patrimonio cultural, paisajes pintorescos y auténtico carácter holandés. Así que prepare su bicicleta, póngase el casco si le apetece (¡aunque muy pocos amsterdameses lo lleven!), y déjese guiar por las rutas ciclistas más bellas de la Venecia del Norte.


Véase también la guía de Ámsterdam:


1. Carriles bici en el centro histórico de Ámsterdam

Empezar a descubrir Ámsterdam en bicicleta por el centro histórico es, sin duda, la opción más popular y gratificante. Esta ruta de 13,4 kilómetros, que se completa en unas 2 horas y 40 minutos, permite explorar los lugares emblemáticos de la capital holandesa aprovechando la excepcional infraestructura ciclista de la ciudad. La ruta comienza en la Estación Central, un magnífico edificio neorrenacentista que es una atracción turística por derecho propio.

Pedaleando por el centro histórico, descubrirá la famosa Plaza Dam, el corazón palpitante de la ciudad, donde el Palacio Real y el Monumento Nacional ocupan un lugar de honor. No lejos de allí, la Casa de Ana Frank le recordará la conmovedora historia de esta adolescente judía que se escondió durante más de dos años en la Segunda Guerra Mundial. Si desea visitarla, no olvide reservar sus entradas con antelación, ya que la espera puede ser larga. El Muse de la Pniche, por su parte, ofrece una perspectiva única de la vida fluvial de Ámsterdam.

La ruta también te lleva al tranquilo Vondelpark, el pulmón verde de la ciudad, donde lugareños y turistas acuden a reponer fuerzas. A continuación, puede dirigirse a Museumplein, sede de importantes instituciones culturales como el Rijksmuseum y el Museo Van Gogh. Para los amantes de la cerveza y la historia industrial, la Heineken Experience, situada de camino, ofrece un recorrido interactivo por la antigua fábrica de cerveza. No olvide hacer una parada en el mercado Albert Cuyp, el mayor mercado callejero de los Países Bajos, donde podrá degustar las especialidades locales y comprar algunos recuerdos. Esta excursión en bicicleta por Ámsterdam le permitirá marcar todas las casillas de visita obligada mientras disfruta de la libertad y flexibilidad que ofrece la bicicleta.

Descargue el audioguía para descubrir Ámsterdam a pie y por su cuenta

Para descubrir aún mejor la capital holandesa, el audioguía Navaway recorre 7,2 kilómetros a través de 21 lugares de interés en unas 3 horas. Este recorrido le llevará a lo largo de los canales, desde el Mercado de las Flores hasta el Beguinage, pasando por el Barrio Rojo y el Barrio Jordaan. Gracias a los comentarios de audio enriquecidos con anécdotas históricas y culturales, entenderá por qué Ámsterdam se ha convertido en esta ciudad única donde el agua, el arte y la tolerancia se mezclan armoniosamente. La aplicación le guía de forma interactiva y se adapta a su posición, permitiéndole iniciar el recorrido cuando más le convenga.

2. Por el Amstel tras las huellas de Rembrandt

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Este paseo en bicicleta de 25,4 kilómetros le lleva tras los pasos del maestro indiscutible de la pintura holandesa, Rembrandt van Rijn. Esta ruta moderadamente exigente, con una duración estimada de 5 horas y un desnivel positivo de 150 metros, es perfecta para ciclistas de todos los niveles que deseen combinar cultura y naturaleza. La ruta comienza en el centro de Ámsterdam y sigue el río Amstel, que dio nombre a la ciudad y fue uno de los lugares preferidos del pintor para dar paseos contemplativos.

A lo largo del camino, se encontrará con una serie de lugares que dejaron huella en la vida y obra de Rembrandt. El Blauwbrug, el elegante puente que cruza el Amstel, era una sencilla estructura de madera en la época de Rembrandt, que inmortalizó en una de sus obras expuestas actualmente en el Rijksmuseum. Más adelante, descubrirá los imponentes molinos de viento que bordean el río, gigantes de madera y piedra que fueron otro de los temas favoritos del artista. La Torre Rembrandt, el rascacielos moderno de la ciudad, rinde homenaje a este genio que, aunque nació en Leiden, pasó la mayor parte de su fructífera vida en Ámsterdam.

La ruta también le llevará cerca de una estatua conmemorativa de Rembrandt, erigida 300 años después de su muerte para honrar su memoria. La ruta alterna tramos urbanos con pasajes más rurales, ofreciendo panorámicas variadas de la campiña circundante. Es la oportunidad perfecta para comprender cómo Ámsterdam inspiró a uno de los más grandes pintores de la historia del arte. Pedaleando a lo largo del Amstel, podrá seguir literalmente los pasos del maestro, que se trasladó a la capital a los 25 años y creó aquí sus obras más influyentes hasta su muerte en 1669. Este paseo combina a la perfección el patrimonio cultural y la belleza natural, ofreciéndole una perspectiva única de la Ámsterdam del Siglo de Oro.

3. La ruta histórica del Amstel

Para los amantes de la historia y el patrimonio, la Ruta Histórica del Amstel es una excursión en bicicleta imprescindible en Ámsterdam. Esta ruta de 24,3 kilómetros, que se completa en unas 4 horas y 47 minutos, le llevará desde la Estación Central hasta el nacimiento del río Amstel, cerca del barrio de Waterlooplein. Calificada como de dificultad moderada, esta ruta es accesible a todos los ciclistas e incluso puede acortarse si se dispone de menos tiempo. La ventaja de esta ruta es que te aleja gradualmente del bullicio de la ciudad para permitirte descubrir paisajes rurales vírgenes.

A lo largo de esta ruta ciclista perfectamente trazada, descubrirá auténticas maravillas arquitectónicas e históricas: casas de campo ancestrales, fincas señoriales y antiguos molinos de viento jalonan su recorrido. Estos testigos del pasado le recordarán que la historia de Ámsterdam está íntimamente ligada a la de su río. Fue en el siglo XII cuando se descubrió el Amstel y se construyó sobre él una presa (dam en neerlandés) que dio origen a la ciudad: Amstel-dam. El río desempeñó un papel crucial en el desarrollo económico de la ciudad, sirviendo tanto de fuente de agua potable como de importante ruta comercial.

A medida que avance, le sorprenderá el ingenio de la gestión holandesa del agua. Los Países Bajos, que en gran parte se encuentran por debajo del nivel del mar, han desarrollado durante siglos un sofisticado sistema de diques, canales y bombas para mantener seca la tierra. Esta proeza técnica, que podrá observar a lo largo del recorrido, da fe de la determinación de un pueblo por dominar los elementos naturales. La ruta también ofrece magníficas vistas del río y de sus exuberantes riberas verdes, donde podrá hacer refrescantes descansos. Esta hermosa escapada del centro de la ciudad le permitirá apreciar una Ámsterdam más auténtica y rural, al tiempo que comprende los fundamentos históricos que han dado forma a la metrópoli que conocemos hoy.

4. Visita al Vondelpark

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El Vondelpark, pulmón verde de Ámsterdam, bien merece un paseo en bicicleta. Esta ruta de 3,4 kilómetros, que se completa en aproximadamente 1 hora, es ideal para quienes desean escapar del bullicio de la ciudad sin salir de sus confines. Creado en 1865 y declarado Monumento Nacional en 1996, este parque de 47 hectáreas es mucho más que un espacio verde: es un lugar al que acuden amstellodammers y visitantes para relajarse y disfrutar de la naturaleza.

Pedaleando por el Vondelpark, descubrirá una notable diversidad de paisajes e instalaciones. Los apacibles lagos reflejan los árboles centenarios, las zonas arboladas ofrecen sombra en los días soleados y los extensos prados invitan al picnic y a la siesta. El parque también alberga varios monumentos históricos y obras de arte, como un teatro al aire libre que acoge actuaciones gratuitas durante el verano, un monumento de bronce al poeta Joost van den Vondel (que da nombre al parque) y varias esculturas contemporáneas diseminadas por los senderos. A los amantes de la botánica les encantará el arboreto y la magnífica rosaleda, que dan un toque de color al parque.

Lo que hace del Vondelpark un lugar especialmente agradable para ir en bicicleta es su relativa tranquilidad en comparación con las ajetreadas calles del centro de la ciudad. Aunque concurrido, el parque cuenta con amplios carriles bici por los que podrás pedalear a tu ritmo sin la presión constante del tráfico urbano. También puede tomar los senderos laterales para una exploración más íntima, o hacer una pausa en una de las muchas terrazas de cafés y restaurantes del parque. El Vondelpark es también un excelente punto de partida para visitar otros lugares de interés, como la Museumplein y las elegantes zonas residenciales que la rodean. Este paseo es ideal para familias con niños, ya que ofrece un entorno seguro y zonas de juego bien equipadas.

5. Descubre el bohemio barrio de Jordaan

El barrio de Jordaan personifica el alma auténtica y bohemia de Ámsterdam. Esta excursión en bicicleta le llevará por uno de los barrios con más encanto de la capital, donde las callejuelas estrechas, los pintorescos canales y las casas tradicionales crean un ambiente único. Desarrollado a principios del siglo XVII para acoger a la clase trabajadora y a los artesanos, el Jordaan ha conservado su carácter popular al tiempo que se ha convertido en uno de los barrios más populares y de moda de la ciudad. Las casas aquí son especialmente estrechas, testimonio de una época en la que los impuestos se calculaban en función de la anchura de la fachada.

Pedaleando por las estrechas calles del barrio de Jordaan, descubrirá una impresionante concentración de galerías de arte, boutiques vintage, acogedores cafés y restaurantes de moda. Los famosos “hofjes”, patios interiores ocultos tras discretas puertas, son uno de los rasgos arquitectónicos distintivos del barrio. Originalmente construidos para albergar a ancianos o viudas indigentes, estos oasis de verdor y tranquilidad contrastan hoy con el bullicio de las calles principales. No dude en bajarse de la bicicleta y explorar estos tesoros ocultos abiertos al público.

El barrio también es famoso por sus coloridos mercados, sobre todo el ecológico Noordermarkt, que se celebra todos los sábados, y el mercadillo de los lunes, donde los buscadores de gangas y los curiosos acuden a desenterrar objetos insólitos. Para una auténtica pausa gastronómica, haga una parada en el Café Winkel 43, famoso en toda Ámsterdam por su tarta de manzana casera, considerada por muchos la mejor de la ciudad. Pedaleando por los canales del Jordaan, entenderá por qué este barrio ha inspirado a tantos artistas y sigue atrayendo a quienes buscan la auténtica Ámsterdam. Para profundizar en su descubrimiento, el audioguía Navaway también le acompañará por este emblemático barrio, revelándole sus secretos y su fascinante historia.

6. Escapada verde a Waterland

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Para quienes buscan una escapada completa del entorno urbano, recorrer Waterland en bicicleta es una experiencia inolvidable. Esta región rural al norte de Ámsterdam ofrece un paisaje típicamente holandés, con pólderes, diques, molinos de viento y pueblos pesqueros tradicionales. La ruta permite descubrir una faceta poco conocida de los alrededores de Ámsterdam, donde el tiempo parece detenerse y la naturaleza predomina sobre la arquitectura.

La ruta por Waterland le llevará a pueblos pintorescos como Marken, una antigua isla convertida en península, donde las casas de madera pintadas de vivos colores y sus habitantes, algunos de los cuales aún visten trajes tradicionales, le trasladarán al ambiente de la Holanda de antaño. Volendam, otra escala ineludible, le encantará por su animado puerto, sus restaurantes de pescado y su centro histórico bien conservado. El pueblo más confidencial de Broek, en Waterland, también merece una visita, con sus opulentas residencias rodeadas de jardines impecablemente cuidados, testimonio de la prosperidad pasada de la región.

Esta escapada en bicicleta también permite observar una gran riqueza de flora y fauna, incluidas muchas especies de aves que habitan en los humedales. Las rutas ciclistas, en buen estado, serpentean entre canales y prados donde pastan tranquilamente las vacas, y ofrecen impresionantes vistas de la campiña holandesa. Este paseo más largo (prevea un día entero) es apto para ciclistas en buena forma física y constituye una excelente manera de comprender la especial relación que los holandeses mantienen con el agua y la naturaleza. No olvide preparar un picnic o hacer una parada en uno de los restaurantes locales para degustar especialidades regionales como el pescado ahumado y los quesos artesanos.

En conclusión, Ámsterdam es un destino excepcional para los amantes del ciclismo, que ofrece una gran variedad de rutas para todos los gustos y capacidades. Tanto si opta por un rápido descubrimiento del centro histórico, una inmersión cultural tras las huellas de Rembrandt, una escapada romántica al barrio de Jordaan o una escapada rural a Waterland, cada ruta le permitirá apreciar la capital holandesa de una forma única y auténtica. La bicicleta no es sólo un medio de transporte en Ámsterdam, es una forma de vida que le conecta directamente con el alma de la ciudad y sus gentes. Pedaleando por los canales declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, a través de exuberantes parques verdes y por calles adoquinadas cargadas de historia, vivirá Ámsterdam como un auténtico Amstellodammers. Para que tu experiencia sea aún más enriquecedora, no dudes en descargarte laaplicación Navaway, que te guiará por 21 lugares de interés con cautivadores comentarios de audio, ayudándote a comprender toda la riqueza cultural e histórica de esta fascinante ciudad. Así que súbase a su bicicleta y déjese llevar por el incomparable encanto de la Venecia del Norte.

Preguntas más frecuentes

¿Dónde puedo alquilar una bicicleta en Ámsterdam?

Ámsterdam está llena de tiendas de alquiler de bicicletas, sobre todo cerca de la Estación Central y en el centro de la ciudad. Marcas conocidas como MacBike, A-Bike Rental y Damstraat Rent-a-Bike ofrecen bicicletas de calidad por 10-15 euros al día. También puede optar por el sistema OV-fiets disponible en las estaciones, siempre que disponga de una tarjeta de transporte holandesa. Acuérdate de comprobar el estado de la bici antes de salir, sobre todo los frenos y la iluminación, y no olvides anotar dónde la aparcaste, porque con miles de bicis similares, ¡es fácil perderla de vista!

¿Cuáles son las normas para circular en bicicleta por Ámsterdam?

En Ámsterdam, los ciclistas tienen prioridad en la mayoría de las situaciones, pero eso también implica seguir ciertas normas. Utilice siempre los carriles bici marcados en rojo, respete los semáforos (incluidos los específicos para bicicletas) y utilice las señales manuales para indicar los cambios de dirección. No circules nunca por las aceras reservadas a los peatones, y presta especial atención a los tranvías, cuyos raíles pueden atrapar tus ruedas. Por la noche, es obligatorio llevar iluminación delantera y trasera. Por último, asegure siempre su bicicleta con un buen antirrobo, ya que los robos son frecuentes en la capital.

¿Cuál es la mejor época para ir en bicicleta por Ámsterdam?

La primavera (abril-mayo) y el principio del verano (junio) son las mejores épocas para ir en bicicleta por Ámsterdam. Las temperaturas son agradables (15-20 °C), los días son largos y podrá disfrutar de los tulipanes en flor en los parques y jardines. El otoño (septiembre-octubre) también ofrece días hermosos, con magníficos colores otoñales en los parques. El invierno puede ser frío y lluvioso, pero los verdaderos Amstellodammers pedalean con cualquier tiempo. Sólo hay que evitar los días de fuertes lluvias o vientos, que pueden hacer la experiencia menos agradable.

¿Estos paseos en bicicleta son aptos para niños?

Por supuesto. Ámsterdam es muy familiar en lo que a ciclismo se refiere. La mayoría de las empresas de alquiler ofrecen bicicletas con asiento para niños (para los más pequeños), bicicletas de paseo, bicicletas de carga o remolques. Las rutas por el centro histórico y el Vondelpark son especialmente aptas para familias, con abundantes áreas de descanso y parques infantiles. Para distancias más largas, como Waterland, asegúrese de que sus hijos tienen la resistencia necesaria u opte por una bicicleta eléctrica. Los holandeses están acostumbrados a transportar a sus hijos en bicicleta desde pequeños, así que no se sentirá fuera de lugar cuando vea a familias enteras sobre dos ruedas.

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